Día Mundial de los Arrecifes: un llamado a proteger los ecosistemas marinos
Este 1 de junio, Guatemala se une a la conmemoración del Día Mundial de los Arrecifes, una fecha clave para recordar la importancia de estos ecosistemas marinos y visibilizar las amenazas que enfrentan.
Redacción
El país alberga parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano, la segunda barrera de coral más grande del mundo, que se extiende también por México, Belice y Honduras. Los arrecifes guatemaltecos, ubicados principalmente en la Bahía de Amatique y Punta de Manabique, son refugio de una enorme biodiversidad marina y fuente de sustento para comunidades costeras a través de la pesca y el turismo.
Además de su valor ecológico, estos ecosistemas funcionan como barreras naturales que protegen la línea costera de la erosión y los impactos de tormentas, huracanes y marejadas.

Sin embargo, su supervivencia está en peligro. Actualmente, el 70% de los arrecifes de coral del país se encuentra en mal estado de salud, mientras que el 30% restante está en condición crítica. Estas cifras reflejan una degradación alarmante que amenaza con provocar el colapso de todo el ecosistema marino asociado.
Los arrecifes enfrentan amenazas como la sobrepesca y la contaminación por aguas residuales. Además de los plásticos y los agroquímicos que llegan desde tierra firme. Aunque en 2019 se reportó una leve mejoría en la presencia de peces herbívoros —clave para controlar el crecimiento de macroalgas—, los expertos advierten que se requieren acciones urgentes para evitar que estas algas sofocantes limiten la regeneración de los corales y frenen su crecimiento.

El Sistema Arrecifal Mesoamericano abarca más de mil kilómetros de costa entre cuatro países y alberga una riqueza natural extraordinaria: más de 60 especies de corales, más de 500 especies de peces y animales en peligro como tortugas marinas y manatíes. Guatemala, por su parte, posee 150 kilómetros de costa caribeña con manglares, lagunas costeras, playas blancas y desembocaduras de ríos que alimentan los arrecifes.
Proteger los arrecifes no es solo una responsabilidad ambiental, sino una prioridad económica y social. La conservación de estos ecosistemas exige un esfuerzo coordinado entre autoridades, organizaciones y comunidades.
Implementar regulaciones pesqueras, controlar la contaminación, restaurar hábitats y educar a la población son pasos esenciales para evitar que estos tesoros submarinos desaparezcan.