Hallazgo monumental: descubren tres antiguas ciudades mayas en Uaxactún, Petén
Un descubrimiento arqueológico sin precedentes ha salido a la luz en el corazón de Petén. Tres antiguas ciudades mayas —Los Abuelos, Cambrayal y Petnal— fueron identificadas por el equipo del Proyecto Arqueológico Uaxactún (PARU), liderado por el investigador Milan Kovác, en una zona donde hasta hace poco la selva mantenía su secreto intacto.
Redacción
El hallazgo, revelado oficialmente por el Ministerio de Cultura y Deportes el 29 de mayo, confirma la existencia de un triángulo urbano preclásico que, por su complejidad y antigüedad, reconfigura el mapa de los primeros centros de poder maya en el norte guatemalteco.

Los Abuelos: una capital olvidada emerge del suelo
Ubicado 21 kilómetros al noreste de Uaxactún, el sitio conocido como Los Abuelos ocupa 16 km² y fue identificado en 2023. Excavaciones recientes permitieron confirmar su importancia como uno de los asentamientos preclásicos más relevantes de la región. Destacan observatorios astronómicos, tres pirámides radiales, grupos triádicos y estelas decoradas con una iconografía singular del Preclásico Medio (800-500 a.C.).
El nombre del sitio proviene de los monumentos 5A y 5B, figuras pétreas antropomorfas que representan a una pareja ancestral. Estos íconos, junto a altares con forma de rana y otras esculturas fragmentadas, guardan similitudes estilísticas con piezas de Naranjo y Kaminaljuyú.

Cambrayal: ingeniería hidráulica en pleno corazón maya
Cambrayal se distingue por una sofisticada red de canales construidos dentro de un antiguo palacio. Desde una piscina en el techo, los conductos recorren el edificio y desembocan como desagües frontales: una proeza de ingeniería que suma 57 metros de longitud.
Además, se halló una estatua conocida como el Barrigón, cuya morfología recuerda a figuras de la costa sur y sugiere posibles conexiones culturales de largo alcance.

Petnal: una pirámide que mira al cielo
Cinco kilómetros separan a Los Abuelos de Petnal, una ciudad que alberga una pirámide de 33 metros de altura. En la cima se encontraron restos de habitaciones decoradas con murales que, según los arqueólogos, podrían datar de los siglos I y II d.C.
El sitio también conserva canchas de juego de pelota, un observatorio astronómico y altares con forma de rana, una constante estilística que refuerza los vínculos entre el altiplano y la región costera del Pacífico.
Con estos hallazgos, el PARU abre nuevas rutas para comprender la complejidad del desarrollo urbano maya durante el Preclásico. Las tres ciudades, ahora liberadas del anonimato por la investigación arqueológica, reafirman a Petén como un epicentro clave en el origen de la civilización mesoamericana.