Impuesto a remesas pondría en jaque a la región
Si el Congreso de EE. UU. aprueba el nuevo impuesto del 5% sobre remesas de no ciudadanos, países como Guatemala, El Salvador, Honduras y México podrían enfrentar efectos económicos incluyendo la depreciación de sus monedas.
Redacción
Una propuesta impulsada por legisladores republicanos en la Cámara de Representantes estadounidense busca gravar con un impuesto del 5% las remesas enviadas por migrantes no ciudadanos desde EE. UU., sumándose a las tarifas que ya cobran servicios como Western Union o MoneyGram.
El impacto sería inmediato para América Central, donde estos envíos representan una parte crucial del PIB: hasta una quinta parte en el caso de El Salvador y cifras similares en Guatemala y Honduras.
“Podría tener un impacto negativo en el crecimiento económico”, advirtió Carlos Acevedo, exjefe del banco central salvadoreño. En efecto, las remesas no solo representan un pilar macroeconómico, sino que sostienen el consumo básico de millones de familias pobres sin otras fuentes de ingreso.
Por su parte, el presidente del Banco de Guatemala, Álvaro González Ricci, subrayó que estos fondos “impulsan el consumo familiar” y representan una porción cada vez mayor de la economía nacional.
Aunque González Ricci estima que los migrantes absorberían el impuesto para evitar interrumpir los envíos, otros expertos son menos optimistas.
Asimismo, Manuel Orozco, investigador del Diálogo Interamericano, proyecta una posible caída del 10% en las remesas y advierte sobre el aumento del uso de criptomonedas o vías informales para eludir la carga fiscal.
Mientras que, el canciller Juan Ramón de la Fuente anunció una ofensiva legal y diplomática contra la medida, mientras que el embajador Esteban Moctezuma Barragán calificó el proyecto como una forma de doble tributación, recordando que los mexicanos en EE. UU. ya contribuyeron con US$121 mil millones en impuestos en 2021. “Se penaliza a quienes menos pueden permitírselo”, escribió en una carta dirigida al Congreso.