El Vaticano tiene nuevo Pontífice: Robert Prevost asume como León XIV
El Vaticano tiene nuevo Pontífice: Robert Prevost asume como León XIV
El cardenal estadounidense, de raíces hispanas y pasado misionero en Perú, fue elegido como el 267º Papa tras la tercera fumata del Cónclave.
Redacción
La Iglesia Católica inicia una nueva etapa. A las 18:08 horas de este jueves, la chimenea de la Capilla Sixtina emitió el esperado humo blanco: los cardenales reunidos en Cónclave han elegido a su nuevo líder espiritual. El cardenal Robert Francis Prevost ha sido proclamado Papa y ha elegido el nombre de León XIV.
Originario de Chicago y con 69 años de edad, Prevost es ahora el sucesor de Francisco y se convierte en el Papa número 267 de la historia. Su elección se produce en el segundo día del Cónclave, tras alcanzar los dos tercios necesarios —al menos 89 votos— entre los purpurados.

Una trayectoria marcada por el servicio en América Latina
Prevost ingresó en la Orden de San Agustín en 1977 y se ordenó sacerdote en 1982. Su vocación lo llevó al Perú en 1985, donde trabajó como misionero y más tarde como obispo en Chiclayo. También fue canciller de la Prelatura Territorial de Chulucanas. A lo largo de los años, acumuló una sólida formación académica con títulos en matemáticas, divinidad y derecho canónico.
En Roma, donde fue llamado en 2023, se consolidó como una figura influyente en la Curia. No obstante, su nombre apareció en investigaciones periodísticas relacionadas con denuncias de encubrimiento de abusos durante su tiempo en Perú, acusaciones que fueron desmentidas oficialmente y calificadas de falsas por el periodista Pedro Salinas, quien investigó el escándalo del Sodalicio de Vida Cristiana.
¿Qué sucede tras la elección?
Cuando un cardenal obtiene la mayoría calificada en el Cónclave, debe aceptar el encargo y elegir un nombre pontificio. Tras aceptar el encargo, Prevost eligió el nombre León XIV, evocando al Papa León XIII, símbolo del diálogo entre fe y razón en tiempos modernos. Como es tradición, el protodiacono apareció en el balcón de San Pedro para anunciar el Habemus Papam.
Minutos después, León XIV salió al balcón central de la Basílica de San Pedro, saludó a los fieles reunidos en la plaza y ofreció su primera bendición apostólica urbi et orbi, marcando así el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica.