Se cerró el telón final para el gran comediante Velorio
Uno de los últimos grandes actores de su generación, el comediante Rafael Hernández, “Velorio”, falleció este 10 de agosto a los 84 años. Su nombre artístico fue sinónimo de chiste “blanco” y diversión. Hoy, Guatemala despide a este señor de la comedia nacional, que llevó sus ingeniosas anécdotas a escenarios internacionales.
Redacción
“Velorio” fue el comediante guatemalteco que puso el humor chapín en escenarios internacionales, pero además, sus muy conocidos discos y cassettes amenizaban festejos familiares.
Desde Año Nuevo a graduaciones, o simplemente las tardes domingueras, solían estar acompañadas por los famosos “chistes de Velorio”, llenos de humor ingenioso y juegos de palabras.
Quienes tuvieron la suerte de conocerlo personalmente, se encontraron con un señor amable y sin complicaciones, que sabía disfrutar la vida y jamás olvidó su origen de infante trabajador.
Nació en 1939 y vivió en barrios emblemáticos de la capital, como Gerona y La Candelaria. Con varios hermanos, apoyó a su madre desde muy niño. Fue lustrador, vendedor de periódicos y vendedor de chicles y golosinas en la entrada del antiguo cine Abril (hoy teatro).
A partir de 1969 migró a EE.UU. ya su regreso, en 1973, grabó su primer disco de chistes. A finales de los 90s regresó a Guatemala y una década después, fundó la Casa de Velorio, sitio cultural ambientado con sus recuerdos del mundo artístico.
Hoy, la comedia guatemalteca está de luto por uno de sus pilares. Buen viaje a la eternidad para don Rafael Hernández.