Arévalo, su gobierno y el seguro contra terceros, completamente alejados de la realidad
Por Julio Abdel Aziz Valdez
Este gobierno es de Semilla, el otrora partido político heredero de la izquierda onegera, eso es un hecho. Como hacen todos los anteriores a ellos, quitaron y pusieron funcionarios, echaron mano a la cantera de tecnócratas de agencias de cooperación, ongs y hasta de las universidades privadas woke de Guatemala.
Viendo como gobiernan, la observación más evidente que podemos hacer es que han comenzado a levitar. Así es, como un fantasma de película de Hollywood, los pies completamente despegados de la realidad. Empecemos por el tema de la separación de los desechos, bajo el argumento de que ello salvaba el planeta y la naturaleza.
De repente la ministra de ambiente era la nueva Santa en la cruzada por la salvación de todos los inconscientes que gozan de destruir el medio ambiente. Se le olvido el pequeño detalle: la clasificación no sirve de nada si no hay transformación, o sea, reciclaje, y para ello es necesario que haya una industria acorde. Pero eso ya no sonaba tan bien, era mejor los spots publicitarios con jingles pegajosos pagados por la WWF. De repente aquel mundo idílico como el que seguramente ella vio en sus viajes a Europa, no era tan posible.
Si este delirio no era suficiente, la obligatoriedad de un seguro contra terceros para todo tipo de automotores ha sido el siguiente despegue de levitación que han tenido. No me malinterpreten, es bueno tener un seguro, no solo contra terceros sino de cobertura total, pero el problema actual es que la gran mayoría de los que automotores que circulan en las calles son motos, el modo de transporte de las clases populares, junto con el ineficiente y casi inexistente transporte público.
Como siempre se le carga a los que menos ganan, y si a eso le sumamos el transporte de carga, que obviamente ahora va a tener que sumarle a un seguro por la destrucción de sus vehículos debido a la pésima condición de las carreteras, es obvio que todo lo que consumimos aumentará de precio, lo que otra vez, perjudica más a los más necesitados. No olvidemos que todo esto se da en medio de un aumento a los salarios de diputados y demás funcionarios públicos, y un presupuesto general dirigido al clientelismo del cual este gobierno está comenzando a dar cátedra.
El despegue de la realidad es una condición casi obligatoria para los políticos, no vamos a señalar de esto solo a los actuales, pero la diferencia de estos con sus predecesores es que estos al mejor estilo de un capítulo de South Park, son especialistas en oler sus propias flatulencias. O sea, asumen que todo el mundo está mal, que solo sus delirantes ideas, que van desde la falsificación de firmas hasta el seguro contra terceros, forman parte del paquete de transformación de la Nueva Primavera.
No se preocupen, luego de paros, amenazas de sectores y los encuentros esporádicos con antimotines, este gobierno va a dar marcha atrás y eso espero.
Obviamente, no significa que finalmente esté poniendo los pies en el suelo. Al contrario, este gobierno necesita a como dé lugar una medida social que impacte, algo de fe de su gestión, necesita del aplauso real no del que los medios de comunicación comprados le dan cobertura artificialmente. Si no es dando marcha atrás será con otra cosa, total, dinero tienen como para tirar a la basura.