Seguridad vial, otra materia pendiente
Coronel Cecilio Peláez
La cantidad de accidentes provocados por transporte pesado en las rutas del país se ha incrementado considerablemente en los últimos meses, especialmente sobre la CA-9 norte ( ruta al Atlántico) en donde las colas duran de dos a cuatro horas después de un accidente, si fallece alguna persona es mucho más por esperar la presencia del MP.
Antes de transitar hacia el norte u oriente, ya nos estamos acostumbrando a preguntar, en las redes sociales, si está libre la ruta.
El ministro de Gobernación, seguramente no vive en Guatemala, sus decisiones relacionadas a la seguridad de tránsito están muy alejadas de las necesidades de la población, su concepto de prevención es arcaico y equivocado.
Mientras la PNC sea empleada en colocar puestos de registro fijos que no funcionan, los accidentes y la reacción natural de la población a colocar túmulos para protegerse, continuará llevándonos a la barbarie.
Es muy común encontrar motos con dos adultos y tres menores, todos sin casco, que recién han pasado por un puesto de registro de la PNC o PMT y debidamente detenidos para pedir papeles. Así como es común ver motos sin placas. Entonces? Para que sirven esos puestos? Me parece, con fundamentadas sospechas, que hay billete de por medio.
En las rutas del país se ve constantemente transitar, vehículos de reciente adquisición, con personajes fuertemente custodiados por sujetos que portan armas largas y pistolas con enormes tolvas que les impiden el libre movimiento de los brazos, incluso alcaldes que promueven su ofensiva figura en redes sociales. Entonces? Hasta donde llega la ley? Y se les ve pasar libremente por puestos de registro de la PNC.
La velocidad a que se conduce el transporte de pasajeros y de carga, amén de muchos vehículos livianos es una muestra de irrespeto a la vida, es una constante amenaza que requiere atención del Estado, dada su misión connatural.
El Departamento de Tránsito de la PNC es una cueva de rufianes cuyo interés no radica en lo que les manda la ley, el control y regulación del tránsito a cargo del ministerio de Gobernación es una aberración nacida hace muchísimos años. Esa tarea debe corresponder a una entidad descentralizada como una Superintendencia de Vialidad, que cuente con una Intendencia de Tránsito y Seguridad Vial y una Intendenciia de Mantenimiento Vial, dentro de otras dependencias que ayuden a garantizar la vida y el libre y seguro tránsito en las carreteras del país.
Los puestos de registro de PNC y PMT deben desaparecer y dar paso a mejores controles mediante el empleo de tecnología, que reflejen más eficiencia en el control y la seguridad vial.