Fin a relaciones internacionales cómplices con regímenes de izquierda
Quod Pertinet-Internacional
A poco menos de un mes de haber asumido la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, si algo ha dejado en claro el Señor presidente Donald J. Trump con respecto al manejo que hará de la política exterior de la potencia del norte y a sus relaciones internacionales, es que primará el deber ser: Los intereses de sus ciudadanos y los de su nación estarán por delante de todo lo demás.
En caso que los ciudadanos de cualquier nación del planeta deseen disfrutar de la posibilidad y del privilegio de visitar esa bella tierra, en caso que los empresarios y los comerciantes de cualquier nación deseen mantener abierta la fortuna y la prebenda de hacer negocios con esa robusta y boyante economía, y en caso que las autoridades de cualquier nación anhelen mantener vigente la facultad y la prerrogativa de ser considerados unos aliados que tendrán el apoyo y el respaldo militar de los Estados Unidos de Norteamérica en caso de sufrir una agresión contra su país, la única opción para que todo esto suceda será garantizando en sus territorios la vigencia de los valores occidentales fundamentales tales como el RESPETO por las LIBERTADES individuales y de mercado, y la prevalencia de la LEY, de la VERDAD, y de la JUSTICIA. Se acabó el jueguito de burlar, maltratar, traicionar y aprovecharse del gigante bonachón y generoso del norte, así como de todo lo que este representa. O se está con los Estados Unidos de Norteamérica, o no se podrá contar con ellos para nada.
Considero que la transferencia del poder presidencial que se hará en la bellísima hermana República Oriental de Uruguay el próximo día sábado 01 de marzo será un escenario que permitirá ver las primeras movidas que harán los líderes izquierdistas de nuestras naciones tercermundistas frente a la nueva política exterior de los Estados Unidos de Norteamérica. Durante los últimos 4 años y hasta el día 06 de noviembre del año 2024, los Estados Unidos de Norteamérica estuvieron en manos de lo más corrupto, lo más débil, lo más trastornado y lo más inepto que ha dado esa maravillosa nación. A partir del pasado 20 de enero, de manera arrolladora e inobjetable, los ciudadanos de los Estados Unidos de Norteamérica decidieron entregar el control absoluto de su nación a un hombre quien ama a su nación y quien, para cumplir con ese claro mandato que le dieran sus conciudadanos, se ha rodeado de lo mejor, de lo más brillante, y de lo más capaz que tiene su poderosa nación. Trump y su formidable equipo de gobierno fueron electos para reestablecer la fuerza, el orden y la honestidad en su casa y en el vecindario, y a fe que están procediendo conforme.
La razón por la que considero la próxima posesión del presidente electo de Uruguay como la primera muestra de lo que será el comportamiento de los líderes de izquierda de Iberoamérica, resulta de la polémica que se ha desatado a raíz de la invitación que el electo Yamandú Orsi, representante del izquierdista, progresista, anti-oligárquico y anti-imperialista partido político Frente Amplio de Uruguay,quiso extender a sus camaradas y aún impunes CRIMINALES DE LESA HUMANIDAD cabecillas de los regímenes cubano (Díaz Canel) y nicaragüense (Ortega), así como al encomendero cubano (Maduro) en su colonia Venezuela, para que asistieran a su posesión. Aunque ya el daño lo hizo el Orsi invitando a esos degenerados, por protocolo quien tiene la última palabra en las invitaciones para la entrega del poder presidencial es aquel quien ejerce el poder hasta cuando lo entrega, es decir el presidente uruguayo saliente Lacalle Pou.
Aunque Lacalle Pou no aprobó la invitación de esos sátrapas y por lo tanto no podrán estar en la ceremonia de cambio en la Presidencia de Uruguay, si podrían llegar a Montevideo para asistir a los eventos posteriores una vez esté formalmente en el poder su camarada Orsi… Podrían, pero estoy seguro no lo harán por cuanto varios de ellos tienen librada en su contra Orden de Detención Internacional – Circular Roja de la Interpol, al tiempo que por su captura y entrega a las autoridades Norteamericanas se ha ofrecido jugosas recompensas, y hasta donde tengo entendido, su camarada Orsi no tiene como garantizar a esos sátrapas que ningún comando les apresará o retendrá en su territorio, ni siquiera la misma Interpol. Pero bueno, lo más seguro es que esos cobardes no hagan presencia en Uruguay, pero podrían hacer presencia “diplomática” en cuerpo ajeno, y es aquí donde me parece se pone interesante y comprometedora toda esta pugna de afinidades con criminales de la izquierda.
Antes de avanzar, compartiré un par de datos importantes que ilustran, el primero acerca del oportunismo y de la ambigüedad del liderazgo político izquierdoso en hay en Uruguay, y el segundo con respecto al irrestricto apoyo del usurpador de la presidencia de Colombia y aún impune CRIMINAL DE LESA HUMANIDAD Petro Urrego para con toda la criminalidad de izquierda. Empecemos por lo de Uruguay: El saliente presidente de Uruguay Lacalle Pou, ahora supuesto opositor de ilegítimos e ilegales criminales de la izquierda, el día 15 de enero del 2024 envío, a través de la Dirección de Prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay, una muy solidaria comunicación al ilegítimo Arévalo de Guatemala en la que, a nombre de los ciudadanos uruguayos, expresaba ”… su firme rechazo a las acciones tendientes a obstruir la transición democrática” y ratificaba ”… una vez más su respaldo irrestricto al respeto de la voluntad popular emanada de elecciones democráticas justas, libres y transparentes, avaladas por la comunidad internacional”. En lo que a Colombia respecta, baste recordar que el camarada Petro Urrego llegó a Guatemala a la ilegítima e ilegal toma de posesión de Arévalo, y ante la posibilidad que no se realizara dadas las ilegalidades e irregularidades descubiertas y justificadamente denunciadas, amenazó con quedarse en territorio guatemalteco hasta que su camarada Bernardo fuese investido como Presidente.
Entonces, mis preguntas son las siguientes: ¿Cuál de los presidentes de naciones de Centro y de Sur América invitados a la ceremonia de transición presidencial en Uruguay a celebrarse el próximo día 01 de marzo, asistirá o enviará delegado oficial corriendo el riesgo de parecer solidario, y de compartir escenario y aparecer en fotos, con delegados de los sátrapas de Cuba, de Nicaragua, y de la colonia cubana de Venezuela? Entrando en más detalle, ¿cuántos de los presidentes de las naciones miembros del MERCOSUR, cuya sede está en Montevideo, asistirán?
Mis cábalas al respecto son las siguientes: De las naciones miembros de MERCOSUR, ninguno de sus presidentes asistirá: Ni el convicto Lula, ni el derechista Milei, ni el desconocido, pero al parecer desastroso de Paraguay. En cuanto a la asistencia de los presidentes de algunos de los otros países Iberoamericanos, creo que fijo van o envían delegado oficial, la camarada de México, el narcoterrorista de Colombia y el cocalero de Bolivia… Estimo que por tener rabo de paja están dudando si lo hacen o no el corrupto zurdo de Guatemala, así como el zurdo bipolar y esquizofrénico de Chile… Los presidentes de El Salvador, de Panamá y de Ecuador, quienes han mostrado tener posturas claras contra la izquierda criminal y han procedido conforme, saben que podrían asistir sin que se vaya a malinterpretar su gesto de diplomacia para con Uruguay… En lo que a los presidentes de Belize, Honduras, Costa Rica, República Dominicana, Puerto Rico, Guyana y Perú respecta, creo que procederán con mucha prudencia y cautela para no parecer cómplices de los sátrapas invitados ni del camarada uruguayo que quiso invitarles.
El nuevo Sheriff que hay en el vecindario ya anticipó cómo será su proceder contra los criminales que históricamente han tenido, y siguen teniendo, en Cuba, en Venezuela, en Nicaragua, en México, en Guatemala y en Colombia todas las facilidades para operar en absoluta impunidad gracias a la complicidad de quienes han ostentado, y siguen ostentando, los poderes públicos y políticos en estas naciones. El Señor Presidente Trump ha dejado de considerar a los terroristas, a los narcotraficantes, y a los traficantes de seres humanos de la izquierda iberoamericana como simples organizaciones criminales que perturban la tranquilidad de los ciudadanos por hacerse a unos ingresos ilícitos, para pasar a denominarlas ORGANIZACIONES TERRORISTAS FORÁNEAS las cuales, por constituirse en una amenaza para la seguridad de su nación y la de su vecindario ya que además del ingreso ilícito aspiran también a ganar poder e influencia donde quiera que llegan, serán combatidas a muerte.
Hermanos Iberoamericanos, la decisión que con respecto a si asistir o no a la transición presidencial en Uruguay, así como las demás que en adelante adopten los presidentes de nuestras naciones en materia de relaciones exteriores, no deben seguir siendo despreciadas como asuntos menores por cuanto es evidente que quienes más caro pagaremos las consecuencias de sus señales de simpatía para con la izquierda criminal, para con criminales de la izquierda, para con cómplices de la izquierda, y para con ORGANIZACIONES TERRORISTAS FORÁNEAS señaladas como tales por los Estados Unidos de Norteamérica, seremos los ciudadanos de bien.
François R. Cavard M.