¡Desalojados! Nery Ramos ordena despidos indirectos en el Congreso
Trabajadores de varios departamentos del Congreso denunciaron que hoy, Nery Ramos comenzó a ejecutar el desalojo en su contra, segun afirman, para facilitar el despido indirecto de estas personas que están contratadas en el renglón 011, lo que significaría una enorme erogación en indemnizaciones y probables pleitos laborales para el Organismo Legislativo. Pero Ramos no se inmuta porque, al parecer, el motivo de los injustos despidos es un gran negocio en ciernes, con la complicidad de otros empleados del Congreso, so pretexto de «remodelar».
Redacción
Los afectados no pueden dar su nombre por temor a las represalias y el presidente del Organismo Legislativo, Nery Ramos, no respondió las llamadas a su móvil, para consignar su posición ante las denuncias. Como muchos otros, este diputado mantiene apagado el teléfono que el Congreso le asignó (y del que paga la cuenta), para responder, no solo a la prensa, sino a ciudadanos que necesiten acudir a sus «mediadores».
Precisamente, la incomunicación es una de las malas actitudes que el grupo de trabajadores señala al presidente del Congreso, de quien afirman que actúa como un jefe de policía con sus agentes y en su pésima comunicación abundan los abusos verbales y voz alzada.
«No escucha, no permite el acceso al despacho, tiene instruidos a sus colaboradores», señala una de las desalojadas.
«El lunes, de forma abrupta, se nos desalojó de la sede, situada en la 8 avenida 9-64 de la zona 1, hacia la sede central del Palacio Legislativo, donde es evidente que no cabemos con escritorios y equipo. Entonces solo queda pensar que esto es un despido indirecto», afirma uno de los trabajadores afectados.
El lugar a donde Ramos los quiere trasladar, con la complicidad de Recursos Humanos y Dirección Administrativa, está sumamente deteriorado y según una de las denunciantes, es peligroso en caso de temblores. No es primera vez que se señala el enorme deterioro en la sede del Palacio Legislativo, asunto que no preocupa a ninguno de los 160 diputados, quienes no destinan un centavo de la «danza de los millones» presupuestaria para remozar el histórico edificio, pero no dudan en comprar equipo nuevo a altos costos como parte de una supuesta «remodelación».

Un desalojo que debe avergonzar al Congreso
Con sus maneras de cuartel policíaco, Ramos no vaciló en ordenar un desalojo (como los que la PNC no realiza en las propiedades usurpadas), contra los empleados de planta en el Congreso. Sin respeto a su calidad profesional, al tiempo laborado o cualquier otra consideración legal o humanitaria, estas personas fueron sacadas de sus escritorios el lunes y llevadas a un lugar inhóspito pero estratégico para el ex policía: una oficina en la que no caben, no pueden trabajar y por supuesto, es la justificación ideal para despedir al grupo.
Luego de lo sucedido el lunes, hoy terminaron de desalojar el equipo de los trabajadores de Contratos, Evaluación de desempeño, Gestión, Nómina, Capacitación y otros departamentos.
Las imágenes son desoladoras y avergonzarían a otros dignatarios, pero no a Ramos, quien según los denunciantes, pretende nuevos lotes de escritorios y computadoras, lo que sería un enorme negocio para él.
Por ello, no recapacita en que un despido indirecto de gente bajo 011 puede acarrearle serias erogaciones al Congreso, que van desde indeminizaciones muy significativas, a reinstalaciones, donde se obliga al Estado a cancelar sueldos caídos más prestaciones.
El negocio en ciernes promete ser muy lucrativo para Ramos y «sus» fondos no serían afectados por cualquier gasto que el Congreso pueda realizar.
Hacia las 11 de esta mañana, se supo que personal de la Procuraduría de los Derechos Humanos y el Ministerio de Trabajo visitaron a los trabajadores afectados. El desenlace de la historia podría no ser el que espera Ramos.