Aumento salarial de diputados sigue en pausa: Congreso retrasa decisión
El Congreso de la República sigue aplazando la decisión sobre el polémico aumento salarial para los diputados en 2025, cuyo costo anual asciende a un exorbitante Q114.24 millones, considerando que cada legislador recibiría Q714 mil al año. Esta medida, que ha generado rechazo social y cuestionamientos legales, cuenta con la indiferencia del presidente del Congreso, Nery Ramos, quien en reiteradas ocasiones se ha lavado las manos sobre el tema, al igual que diputados oficialistas como Samuel Pérez.
Redacción
A finales de 2024, el Congreso aprobó un presupuesto que, por mayoría, incluyó este incremento salarial. La enmienda establece que ningún diputado puede ganar menos que un magistrado de Sala de Apelaciones, lo que eleva su salario mensual a un mínimo de Q50 mil.
Amparo y freno parcial
A finales de 224, los diputados Jairo Flores y José Chic presentaron un amparo ante la Corte de Constitucionalidad (CC) para frenar este beneficio. Aunque la CC otorgó un amparo provisional que suspendió otros pagos, como la indemnización, no logró detener la discusión sobre el aumento salarial, que debe ser resuelta por el pleno.
“El aumento quedó indirectamente estancado. Según la resolución de la CC, la Junta Directiva debe analizarlo y someterlo a votación nuevamente, pero veo inviable su aprobación”, señaló el diputado Chic.
Por su parte, Nery Ramos insiste en que el tema “no es una prioridad”, aunque Chic advirtió que, de aprobarse el aumento, solicitarán ampliar el amparo para bloquear su ejecución.
Falta de dictamen técnico
Hasta la fecha, la Junta Directiva no ha emitido la orden para elaborar el dictamen financiero que viabilice el aumento. Juan Carlos Rivera, secretario de la Junta Directiva, confirmó que votó en contra de la medida y aseguró que, al menos por ahora, los diputados seguirán recibiendo el mismo salario que en 2024.
“Las direcciones no pueden realizar un desembolso sin la autorización de la Junta Directiva, y esa orden no se ha dado”, explicó Rivera.
Un aumento sin respaldo técnico ni viabilidad
El aumento, de implementarse, permitiría a cada diputado recibir Q714 mil anuales, financiados con el presupuesto del Congreso, que asciende a Q1,464 millones para 2025. Sin embargo, expertos señalan que no hay recursos asignados ni justificación técnica para ejecutarlo.
La medida enfrenta el rechazo de sectores sociales, analistas y algunos diputados. En un contexto de dificultades económicas para el país, este aumento es visto como insostenible y alejado de las necesidades ciudadanas, lo que ha profundizado la desconfianza hacia el Congreso.
Mientras el pleno sigue sin resolver, el debate continúa entre críticas públicas y la presión legal que podría forzar una resolución, dejando en evidencia la falta de voluntad política para priorizar el interés nacional.