Los líderes de la UE discuten el apoyo a Ucrania a la espera de los planes de Trump
Los líderes de la Unión Europea tratarán este jueves de blindar el apoyo a largo plazo al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en un momento en el que el bloque europeo aguarda la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero lo que podría precipitar el recorte de la ayuda estadounidense y unas negociaciones de alto el fuego.
Por dpa/EP
La última cumbre europea de 2024 en Bruselas será la primera que lidere el nuevo presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y contará con la presencia de Zelenski, al que los líderes europeos reafirmarán el apoyo a largo plazo en un contexto de plena incertidumbre sobre las decisiones que adopte Estados Unidos una vez tome posesión Trump. De lado europeo, los dirigentes de la UE quieren blindar el apoyo a Kiev mostrando respaldo a cualquier paso futuro que pueda dar Ucrania tanto en el campo de batalla como si se sienta en unas negociaciones con Rusia.
«En lo que tenemos que concentrarnos es en todo lo que tenemos en nuestro poder para ayudar a Ucrania a lograr sus objetivos», explica un alto cargo de la UE sobre el debate de los líderes europeos con su homólogo ucraniano, mientras que distintas fuentes insisten en que cualquier negociación debe primar la participación de ucranianos y europeos y seguir los parámetros fijados por Kiev para una paz justa y duradera.
En Bruselas se repite el mantra de que Ucrania tiene que entrar en unas futuras conversaciones de paz desde una posición de fuerza, y frente a la propuesta del presidente francés, Emmanuel Macron, de desplegar fuerzas europeas para garantizar la seguridad de Ucrania y controlar un eventual alto el fuego, la mayoría de Estados miembros guarda cautela e insiste en que todavía la UE no está en ese punto.
Aunque la propia Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas, rechazó esta misma semana este escenario al señalar que «tiene que haber paz, para poder enviar fuerzas de mantenimiento de la paz» y dudó de las intenciones de Rusia, en la capital comunitaria indican que la UE tiene que apoyar a Ucrania a librar la guerra y pensar en crear las condiciones necesarias para su futuro.
Reunión la víspera en la residencia de Rutte
La cumbre europea estará marcada por la reunión informal que prepara la víspera el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en su propia residencia con Zelenski y a la que están invitados Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente polaco, Andrzej Duda, a la que también acudirán el presidente del Consejo y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, según ha podido saber Europa Press.
A la cita no irá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya que se trata de un formato en el que España no suele participar, explican fuentes gubernamentales. Este reúne a los países europeos del G7, junto a Polonia, uno de los socios más cercanos a Kiev.
En círculos diplomáticos en Bruselas ven «inevitable» el debate sobre el posible despliegue de militares europeo en respuesta a que Trump se ha marcado como objetivo conseguir rápido unas negociaciones de paz en Ucrania, aunque asumen que todavía queda mucho para saber en qué condiciones se producirán las conversiones y el eventual cese de las hostilidades.
Relaciones con las nuevas autoridades islamistas en Siria
El encuentro del jueves será el primero en el que los los jefes de Estado y de Gobierno de la UE puedan tratar al más alto nivel la transición política abierta en Siria tras la caída del régimen de Bashar al Assad tras la fulgurante ofensiva liderada por grupos yihadistas y rebeldes.
Se espera que los líderes europeos insistan en el mensaje de cautela ante los primeros pasos en la transición, encabezada por la organización yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), aunque mantiene la mirada puesta en aliviar las sanciones si las nuevas autoridades avanzan en la buena dirección.
La propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de viaje en Turquía ha señalado que se abre una ventana de oportunidad en Siria para lograr una transición pacífica tras la caída de Al Assad, aunque la tiempo ha reconocido que la situación comporta «riesgos».
La UE ya ha mandado al encargado de negocios de la UE que viaje a Damasco para realizar los primeros contactos con el gobierno interino en un intento de mantener una línea abierta con los nuevos líderes y evitar un vacío de poder que promueva la inestabilidad o el conflicto interno. El bloque quiere evitar a toda costa una nueva guerra civil y viene subrayando su demanda de una transición pacífica que preserva la integridad territorial de Siria y proteja a todas las comunidades y minorías presentes en el país.
Cumbre de los Balcanes
La cita de líderes europeos estará precedida por una reunión con sus homólogos de los Balcanes, una reunión en la que la UE aspira a reafirmar la importancia «estratégica» de la región para los 27 en un momento marcado por la guerra en Ucrania y la influencia rusa tanto en la Unión como en dicha región.
Aunque la cumbre no está pensada para hablar de integración en la UE, todos los países de la región están inmersos en la adhesión comunitaria, con Montenegro como país más adelantado en la senda y Albania que ha abierto varios capítulos en solo unos meses, en una muestra de la nueva marcha que los 27 le quieren dar a la política de Ampliación.
De lado europeo se busca igualmente la cita sirva para acelerar el contacto político con los Balcanes e impulsar el alineamiento con el bloque en cuestiones como la política exterior. En concreto destaca el caso de Serbia, al que la UE seguirá pidiendo que adopte las sanciones impuestas contra Moscú por la invasión militar de Ucrania, toda vez es el único país de la región que no las aplica.
Los dirigentes europeos pondrán de manifiesto la rica relación comercial entre la UE y los Balcanes, ya que el bloque representa el 70% de intercambio comercial para la zona, además de ser el principal inversor y donante.