TSE: historias que no nos contaron
En el Tribunal Supremo Electoral (TSE), hay más de una historia que motiva dudas. Más de una permanece oculta, entre estas el fallido intento de Irma Palencia por instalar un canal televisivo que le costaría millones al ente electoral y beneficiaría a una empresa relacionada con su esposo. Al no conseguir este negocio, la magistrada emprendió acciones de acoso y humillación contra funcionarios que impidieron la transacción.
Redacción
Cuando uno piensa en el siniestro proceso electoral recién pasado y piensa en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), se enfoca en los temas de fondo como los desatinos en la transmisión de resultados o lo que hasta ahora se conoce sobre los procesos de adquisición del TREP. O piensa en temas de índole meramente político pero casi nunca se analiza si es que hay más acciones incorrectas, tramposas o hasta injustas escondidas bajo montañas de papeles y resultados de este cuestionado proceso electoral.
Lamentablemente en este proceso hubo no solo problemas de índole electoral sino también administrativos y hasta cierta persecución para trabajadores y servidores públicos que no aceptaron firmar o avalar negocios de dudosa moral.
Fue en el año preelectoral 2021 cuando al pleno de entonces magistrados del TSE se les presentó un supuesto proyecto que supuestamente pretendía crear un canal de televisión digital para uso y difusión del proceso electoral.
La idea según el documento de presentación era “Dotar a la autoridad electoral de un medio de comunicación digital, de amplio perfil que tuviera una duración de por lo menos 10 años “.
La principal autoridad interesada en este proyecto era directamente la magistrada Irma Palencia, quien perseguía con especial atención cada avance del mismo y hasta acá todo parecía bien.
La trampa
Cabe mencionar que los medios digitales han avanzado mucho en los últimos años y prestan un gran soporte comunicacional para diferentes instituciones en este país, pero ojo “Estos medios son propiedad de las instituciones como tal y la inversión en softwares y equipos son para las instituciones y quedan en propiedad de las mismas”.
Pero en este caso lamentablemente no era así. Lo que la presentación del proyecto planteaba era un artilugio para crear la construcción de un espacio físico que pudiera funcionar como un estudio de televisión en una bodega y por mucho dinero la renta de equipo de televisión, que dicho sea de paso se le rentaría a una empresa a la que la magistrada Palencia hace muchos años prestó sus servicios profesionales y que tenia nexos con su esposo.
Se hablaba de mas de Q7 millones en la primera fase del mismo, pero ojo el equipo se usaría bajo una renta de solo 6 meses que después habría que renovar por otra cantidad mayor y luego volver a renovar. Sin que esto permitiera de alguna forma que el TSE tuviese el costoso equipo en propiedad sino solo en renta.
Luego de un análisis de la mencionada propuesta y teniendo claro que esta era una mera inversión de humo, que no beneficiaria ni al TSE ni al proceso electoral, personas encargadas en ese momento del despacho de Comunicación Social emitieron un dictamen desfavorable que se entregó al magistrado Ranulfo Rojas Cetina, quien en ese momento presidia el TSE.
El acoso y la humillación
Pese a este dictamen desfavorable al mencionado proyecto, la magistrada Irma Palencia insistía en hacer los trámites para continuar con el proceso, pero al darse cuenta que no contaba con el respaldo profesional de quien estaba a cargo de Comunicación Social, empezó a realizar un acoso laboral sistémico en contra de esta persona.
Y aunque existía una Estrategia de Comunicación que se apegaba al calendario electoral y a la legalidad del mismo, Palencia insistió en varias mesas de trabajo en hacer parecer que no se estaba avanzando en los procedimientos comunicacionales, cuando en realidad era ella quien bloqueaba todas las acciones de esta oficina en represalia por no haber aceptado el proyecto del canal. Mientras ella insistía en que se tenia que trabajar en los procesos para el desembolso de los fondos para su proyecto, cuyas inconsistencias le habían valido un dictamen desfavorable.
El 27 de abril de año 2022, la magistrada Palencia de forma totalmente alejada a la ley y al derecho, exigió la renuncia inmediata de funcionarios del TSE que no quisieron avalar el proyecto del canal y de forma grosera amenazó con manchar los expedientes de estos profesionales si no renunciaban a sus cargos.
Pero esto no quedó solo con el tema del canal, ya que durante el desarrollo del proceso electoral esto se convirtió en una practica casi cotidiana de la funcionaria que en más de una ocasión forzó a empleados del TSE a renunciar de sus cargos bajo amenaza, por no estar de acuerdo o no prestarse a la administración que la funcionaria hacia de los fondos electorales.