Ex viceministro de Infraestructura: «satisfecho con el trabajo realizado»
Alejandro García, hasta hoy viceministro de Infraestructura, renunció a su puesto argumentando que la carga laboral excesiva, sumada a las citaciones en el Congreso, afectaron «de manera significativa mi rendimiento, mi estabilidad familiar y mi salud». Por ello, decidió renunciar, no sin mencionar que está convencido de que puede ser útil para contribuir «con los cambios que nuestro país necesita».
Redacción
Deterioro sin mantenimiento en la red vial, un aeropuerto con demasiadas carencias, puentes que colapsan y crítica situación en los puertos, son la secuela de casi un año bajo la administración «primaveral».
La ineficiencia del Micivi, más explícita en esta administración que en todas las anteriores de la historia democrática, se suma a que ese ministerio es uno de los focos de corrupción más conocidos. Desde hace varios años, esa dependencia es uno de los mayores focos de corrupción, y desde ahí se crean redes que abarcan alcaldes, líderes comunitarios, diputados, funcionarios y contratistas. Es preciso señalar que muchos alcaldes, diputados y funcionarios son (o han sido), familiares de contratistas, cuando no son ellos mismos los propietarios de empresas beneficiadas por el Estado.
Según García, aceptó el puesto para rescatar una institución que «se ha convertido en caja chica de intereses corruptos». Sin embargo, ahora elige alejarse, debido al agotamiento que le provocan jornadas «de haste 20 horas diarias» y enfrentar «ataques infundados».
Entre los hechos más dramáticos que expone y lo llevó a decidirse por la renuncia, está el «incidente que viví hace una semana al salir del Congreso» (fue abucheado e insultado por personas que protestaban en la calle, como tantos otros. diputados y funcionarios lo han sido).
La renuncia de García se conoció por rumores, primero, y hoy por un escueto comunicado del Micivi.
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