Centro espiritista se inaugurará, pese a descontento de vecinos
En Cantel, Quetzaltenango, el Centro Espiritual Encanto del Kemé, inscrito como asociación religiosa, será inaugurado el 31 de octubre, informó a medios locales una integrante de esa agrupación, horas después de que nueve comunidades de Cantel protestaran masivamente contra la instalación, ubicada cerca de la cárcel de Cantel y donde se rinde culto a la imagen conocida como Santa Muerte.
Redacción
Desde el 23 de octubre, la policía resguardó la aldea Llanos de Urbina, donde la población rechaza la presencia de un centro espiritista donde se rinde culto a la Santa Muerte, deidad asociada con la delincuencia y a la que sus fieles suelen pedir divorcios de sus amantes, accidentes, muerte y enfermedad para sus enemigos, si bien también le rinden culto para peticiones de empleo, salud y bienestar para sí mismos.
La imagen, grotesca y aterradora, es un esqueleto que representa la Muerte según la iconografía medieval de Europa. El culto inició en México, donde sus promotores, avalados por estudios de sociólogos y antropólogos de izquierda, pretenden ubicar un lazo de continuidad desde tiempos prehispánicos al esqueleto medieval, si bien los rituales y parafernalia que rodean están plagados de símbolos y prácticas espiritistas que llegaron a America mucho después.
El primer registro de este culto data de 1795 en México, cuando se documentó que un grupo de indígenas adoraba a un esqueleto. Es hasta los años sesenta que se reactiva la práctica, en el mercado de Tepito, conocido por el contrabando y grupos en la frontera de la ilegalidad que operan en el lugar. En 2005, el culto pierde su registro en la Secretaría de Gobernación de México, donde se había inscrito como «Iglesia Católica Tradicionalista mexicano-estadounidense».
Aunque hubo fuerte oposición, en unos veinte años se posicionó como credo favorito de grupos criminales, pandillas y narcotraficantes. Asimismo, la imagen es «patrona» de los presidiarios y migrantes ilegales.
Adrián YIIescas, académico mexicano, realizó una investigación del tema en un presidio mexicano. Según su visión, «la práctica de cultos en espacios de reclusión es una forma de resistencia ante el poder carcelario»:
En 2010, en México, fue detenido el obispo de la iglesia de la Santa Muerte, David Romo Guillén, involucrado en la banda de secuestradores Los Aztlán.
Pese a todo su historial, en abril de 2024, López Obrador defendió la «libertad de cultos» en alusión a esa creencia, poco después de que circulara una camiseta de la macabra imagen en apoyo al entonces mandatario mexicano.
¿Catolicismo tradicionalista, ritual maya o brujería?
Con el apoyo incondicional del Foro de Sao Paulo, cuyos líderes no ocultan la simpatía por los rituales que condena toda la cristiandad, como la santería, espiritismo y más recientemente, el «culto a la Santa Muerte». Este, pese a proclamarse pacifista y buscador de la armonía, no actúa abiertamente.
Como ya se mencionó, en México se inscribió como «Iglesia Católica Tradicionalista mexicano-estadounidense», y perdió su registro en 2005, cuando violaron la ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público en ese país.
En Guatemala, el culto a la misma imagen se suma al que rinden a la deidad oscura San Simón o Maximón, como se ve en el video al que se ingresa en el siguiente enlace: https://www.facebook.com/people/Centro-Espiritual-Encanto-del-Keme/61566935037518/
Aquí no pretendieron inscribirse como «católicos tradicionalistas», sino más bien como «Iglesia del culto a la Santa Muerte». Al no lograrlo, el nombre derivó a «Centro Espiritual Encanto Kamé», que según sus promotores, ejerce la cosmovisión maya, acorde con el derecho constitucional de libertad de culto.
El escritor guatemalteco Felipe Tambriz Tambriz, en sus redes sociales, expone que ese culto tiene conexiones con el crimen organizado.
«Sus rituales incluyen sacrificios de drogas, armas y hasta personas, lo que representa una amenaza para la seguridad nacional y para la espiritualidad de la población», indica el poeta maya, quien concluye que:
«El culto a la “Santa Muerte” se presenta como un reto espiritual y social que exige la atención de la Iglesia. Es necesario un esfuerzo conjunto de sacerdotes, exorcistas y líderes comunitarios para ayudar a los fieles a distinguir entre la verdadera fe y las prácticas sincretistas que ponen en peligro su bienestar espiritual. La “Santa Muerte” no es un objeto de devoción ni una ayuda en la vida cristiana; representa una amenaza que, con oración, formación y exorcismos, puede ser confrontada y vencida».
Guatemala: la batalla cultural en Cantel
El 27 de octubre, el diputado Byron Rodríguez dio a conocer en sus redes que diez mil personas de las nueve comunidades de Cantel, protestaron contra la instalación de un «templo de veneración a la muerte» a cien metros de la Granja Penal Cantel, Quetzaltenango, encabezados por el alcalde Alan Cabrera y el diputado Rodríguez.
Pese a las muestras de descontento ciudadano, la asociación está inscrita en el Registro Nacional de las Personas Jurídicas (Repeju), como Centro Cultural Espiritual Encanto del Kemé, que cuenta con suficiente información en su página de Facebook.
Inmediatamente, desde la izquierda se intentó condenar la manifestación pacífica como limitación a la libertad de culto, aunque el argumento principal de los objetores es la cercanía a la cárcel, ya que el lugar podría convertirse en «sitio de pandilleros».
En Guatemala, es muy conocido que en allanamientos a guaridas de mareros se encontraron altares de adoración a la imagen, que pese a todo, sus adeptos pretenden desligar de la criminalidad, argumentando la libertad de cultos y el derecho a ejercer «espiritualidades ancestrales».
La agrupación espiritista insiste en sus derechos y se define como «espacio privado» para «fortalecer nuestras habilidades espirituales» y niega enfáticamente respaldar «actividades fuera de la ley».
No es primera vez que un templo a la Santa Muerte se tratara de instalar en Quetzaltenango, donde ya había sido rechazado una vez. Sin embargo, la administración actual consideró admisible su registro legal y según insisten, van a inaugurar el centro el 31 de octubre, una festividad cristiana en la que converge más de un evento vinculado con la oscuridad y la brujería.