¿Crisis provocada? Nahualate tenía fondos y contratista asignados en Ley 21-2022
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La crisis en la infraestructura es un problema que se dejó crecer durante décadas. Sin embargo, en 2022, el Congreso aprobó una ley que ofrecía reparar y rehabilitar decenas de tramos carreteros y puentes. Entre otros, el Nahualate, tenía asignado como contratista a Andria S.A., proyecto Pe-06-2022, suspendido a principios de este año por el Micivi, que tampoco habilitó otros proyectos mencionados en la ley citada. Una versión creciente es que el gobierno intenta provocar escasez y promover que los guatemaltecos no se surtan en el mercado local, sino en cadenas de supermercados extranjeros.
Redacción
El desastre en el puente Nahualate no es el más dramático pero puede ilustrar el estilo de la administración actual y su antecesor, Alejandro Giammattei. que en marzo de 2022 destinó Q36 millones 134 mil 259 para «rehabilitación» del puente Nahualate, entre otras muchas obras detalladas en el Decreto 21-2022, Ley para fortalecer el mantenimiento de la infraestructura vial,
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Con más de cuarenta años, el puente Nahualate necesitaba el reforzamiento con urgencia. Sin embargo, la medida de la ex ministra de Comunicaciones, quien suspendió todas las obras iniciadas, y la posterior indiferencia de las autoridades, implicaron que meses después, el puente se encuentre inactivo.
Cuando se abandonaron las obras, por orden del ministerio, la empresa contratista ya había colocado las «pilas» y tenía pendiente los cables y piezas de repuesto que pasan debajo del puente.
El puente, que mide cerca de cien metros, conecta Tecún Umán (frontera México), con Pedro de Alvarado (El Salvador). Esto afecta seriamente al comercio de productos agropecuarios y de manufactura que transitan esa ruta.
Sin respuestas
En el Congreso, los funcionarios del Micivi hicieron gala de su desconocimiento sobre casi todos los aspectos de la infraestructura. Por ejemplo, el viceministro de Comunicaciones, Max Alejandro García, afirmó que «desconoce» la papelería de la empresa responsable de dar mantenimiento.
Otro viceministro, el de Infraestructura, aseguró que el problema «es que en ese puente pasa transporte con sobrepeso».
En síntesis, tal como en el tramo Palín-Escuintla y tantas otras obras paradas o suspendidas, el puente Nahualate todavía no tiene siquiera un diagnóstico oficial.
Esto incrementa los rumores y en los pasillos del Congreso, circula el rumor sobre la intencional destrucción de infraestructura estratégica, para provocar escasez y obligar a que los guatemaltecos se surtan en supermercados que ofrecen productos agrícolas importados.
El Micivi multiplica las excusas y evade la solución posible: que COVIAL y el proyecto ya asignado aborden la rehabilitación del puente. Sin embargo, el Micivi insiste en que esto se atienda a través de Caminos, solución inédita y que llevaría mucho más tiempo.
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Entretanto, gremiales como la Cámara Guatemalteca de Transporte Pesado, exigen la rehabilitación del tramo y por lo menos, garantizar que las rutas alternas sean transitables.