«Revolución Viva»: Una costosa celebración
El gobierno de Bernardo Arévalo lleva a cabo este fin de semana una ambiciosa celebración que busca conmemorar el aniversario de la Revolución del 20 de octubre de 1944. Sin embargo, lo que en un principio parecía ser una serie de eventos históricos y culturales ha terminado por desvelar una estrategia de promoción política que ha costado al país más de Q700 mil.
Redacción
Estos gastos, repartidos entre varios ministerios, incluyen servicios de publicidad, logística, seguridad, video mapping, iluminación y sonido, que en conjunto superan los Q200 mil, y Q517,493.13 en la campaña publicitaria. A esto hay que sumar los gastos de seguridad, traslados y otros eventos realizados este fin de semana.
Los problemas críticos como la pobreza, la inseguridad y el deterioro del sistema de salud, quedaron relegados para el gobierno de Arévalo que reunió a todo su gabinete para celebrar este 19 y 20 de octubre la “Revolución Viva” como han decidido bautizar a la “Revolución de octubre de 1944”.
El Ejecutivo ha optado por desembolsar miles de quetzales en una campaña que, más que un homenaje a los ideales revolucionarios, parece ser una promoción política disfrazada.
Entre los gastos más destacados se encuentran los relacionados con la contratación de vallas publicitarias, revistas insertadas en periódicos, pasarelas publicitarias y divulgación en radio, todos bajo el pretexto de difundir los valores de la Revolución.
El gasto en video mapping, iluminación y sonido, con un costo total que supera los Q80,659. Este tipo de tecnología es deslumbrante y atractiva en los eventos públicos, pero plantea la pregunta: ¿es realmente necesario un desembolso tan elevado para proyectar imágenes y luces cuando el país enfrenta necesidades más urgentes?
Además, estos gastos no son los únicos, ya que a ellos se suman las partidas destinadas a seguridad, alimentación y viáticos, lo que convierte esta conmemoración en una inversión excesiva en eventos y no en soluciones para la población.
Entre la conmemoración y el marketing político
El despliegue de recursos públicos para una campaña que parece más un evento electoral encubierto que una celebración histórica deja muchas interrogantes en el aire. ¿Es realmente necesario gastar más de Q700 mil en publicidad y eventos, mientras el país sigue enfrentando problemas graves?
¿Este tipo de campañas ayudan a mejorar la calidad de vida de los guatemaltecos, o simplemente sirven para reforzar la imagen de un presidente que aún no ha encontrado su identidad política?
En resumen, la campaña «Revolución Viva», que pretendía conmemorar la Revolución de 1944, parece haber derivado en una costosa maniobra de autopromoción del actual gobierno. Una celebración que, muestra un gobierno que no escatima en gastos cuando se trata de consolidar su imagen pública, mientras las necesidades del país quedan relegadas a un segundo plano.