Vientos de cambio (Tercera parte)
Jorge Ubico Castañeda , General de División
El Gobernante
Ubico no gobernaba desde el despacho presidencial, constantemente recorría en vehículo, motocicleta o a lomo de mula, las poblaciones del país.
No lo acompañaba un séquito de periodistas pagados para hacerle propaganda, llevaba consigo Auditores para verificar in situ las cuentas de las autoridades municipales, era implacable con los corruptos.
En todas las poblaciones visitadas, empleaba el tiempo adecuado para atender personal y pacientemente a los vecinos que desearan plantearle algún problema o denuncia de cualquier naturaleza.
Los presos que eran condenados por los tribunales a prisión con servicio en obras públicas, como lo mandaba la ley, lo hacian a cabalidad, la Ley de Vialidad y la Ley contra la Vagancia también fueron elementos que contribuyeron al desarrollo de proyectos para el bien común.
Comprendiendo muy bien que la oposición política, en países como el nuestro, trabaja en función de “no dejar hacer” buscando obtener una tajada de poder, los mantuvo bajo severo control especialmente a los amantes de disturbios, incluyendo desde luego a los pro comunistas promotores de descontento.
Los fondos públicos fueron invertidos en su más genuina dirección en beneficio de la consecución del bien común y bajo estricta vigilancia, habiendo creado la Contraloría General y el Tribunal de Cuentas. Cualquier mal manejo o robo a las arcas nacionales, cuyas glosas muchas veces se ejecutaban en su presencia, era de inmediato castigado con cárcel.
El severo control a los abusos de la prensa hizo que fuera mal querido por periodistas y escritores.
El gobierno de Ubico pagó toda la deuda pública de Guatemala, ya fuera interna o externa, incluyendo la onerosa e histórica deuda inglesa.
Con apenas 110 años de haber roto los vínculos jurídicos y económicos con el Rey de España, Jorge Ubico logró desvanecer los complejos ciudadanos arrastrados desde una época colonial causada por la traición y falta de unidad de los pueblos originarios.
Ubico principió a construir la identidad nacional orgullosa de su capacidad de hacer y digna de entender que La Independencia no fue levantar un acta, tocar marimba y quemar cohetes; la verdadera independencia es un proceso que, sin detenerse en el tiempo, deben estructurar los propios guatemaltecos.
(Continuará)