Bloqueos 2023: Legado y recompensas del gobierno
Un año después de los bloqueos de 2023, las secuelas son claras: una economía debilitada, una sociedad dividida y un gobierno que premia a los líderes de la movilización en lugar de buscar soluciones a los problemas que enfrentan los guatemaltecos. Las acciones del gobierno de Arévalo y la participación de organismos internacionales han contribuido a un panorama de incertidumbre, mientras Guatemala se enfrenta a los retos de reconstruir su tejido social y económico.
Redacción
Los bloqueos que paralizaron el país en octubre de 2023, las consecuencias económicas y políticas siguen afectando a Guatemala. Los efectos de estas acciones, lideradas por organizaciones sociales e indígenas. Además, apoyadas por entidades internacionales y miembros del extinto partido Semilla, han dejado una huella profunda en la sociedad guatemalteca.
Luego de la polémica toma de posesión, el presidente Bernardo Arévalo ha premiado a varios de los líderes involucrados en estas protestas con cargos gubernamentales, mientras la economía aún lidia con las consecuencias de aquellos días de caos.
En los primeros días de octubre, iniciaron los bloqueos liderados por organizaciones indígenas, en protesta por la permanencia de la fiscal general, Consuelo Porras, y otros funcionarios judiciales.
Tras casi 15 días de bloqueos, finalmente la Corte de Constitucionalidad (CC) ordena al gobierno actuar para liberar las vías obstruidas y las infraestructuras estratégicas, como la hidroeléctrica Xayá Pixcayá, la cual fue ocupada por manifestantes. Las autoridades solo intervienen después de la orden judicial.
Luego de más de un mes, los bloqueos se levantan casi en su totalidad, aunque el impacto en la economía es incalculable y cientos de familias se ven afectadas por el cierre de varios negociosy emprendimientos.
Secuelas Económicas
El daño económico causado por los bloqueos de 2023 fue profundo y duradero. Según un informe de la Central American Business Intelligence (CABI), las pérdidas económicas diarias durante los bloqueos alcanzaron Q1,365 millones, afectando a diversos sectores productivos del país.
Las pérdidas totales se estiman en Q16,000 millones, lo cual impactó gravemente el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del último trimestre de 2023.
Los sectores más afectados fueron el agrícola, el comercial y el turístico. La cadena de suministro se vio interrumpida, provocando la escasez de productos perecederos y el aumento en los precios de la canasta básica, lo que afectó directamente a la clase trabajadora.
Comerciantes y agricultores enfrentaron deudas impagables y cosechas perdidas, lo que ha dejado un legado de inestabilidad en las zonas rurales.
Injerencia de organismos internacionales
La comunidad internacional, representada por organismos como la USAID y varias ONGs, jugó un papel controvertido durante los bloqueos. La embajada estadounidense, en particular, fue vista involucrada indirectamente cuando líderes indígenas, incluidos miembros de los 48 Cantones, fueron fotografiados reuniéndose con Lucrecia Teleguario, exministra y asesora de USAID, en las instalaciones de la embajada. Esto generó sospechas sobre el apoyo internacional a los movimientos que desestabilizaron al país.
La influencia de USAID y otras agencias internacionales en el conflicto no pasó desapercibida. La cooperación brindada a los líderes de los movimientos indígenas se percibió como un intento de fortalecer su presencia política, mientras el gobierno de Arévalo consolidaba su relación con estos grupos a través de asignaciones en instituciones clave.
El rol de Bernardo Arévalo
El gobierno de Bernardo Arévalo ha sido criticado por recompensar a varios de los líderes de los bloqueos con cargos gubernamentales. Luis Pacheco, uno de los principales promotores de los bloqueos, fue nombrado viceministro de Desarrollo Sostenible del Ministerio de Energía y Minas (MEM). Por su parte, Daniel Pascual, líder del Comité de Unidad Campesina (CUC), fue designado director del Consejo Directivo de Fontierra.
Estos nombramientos han sido interpretados por sectores críticos como pagos políticos a los responsables de las acciones que paralizaron el país y desestabilizaron la economía. A pesar de las promesas de neutralidad, la administración de Arévalo ha sido señalada por su cercanía con los movimientos indígenas, considerados claves en la presión ejercida durante la crisis del 2023.
El impacto de los bloqueos de 2023 sigue pesando sobre la economía guatemalteca. Las secuelas van más allá de las pérdidas monetarias y afectan la confianza de inversionistas locales e internacionales.
Las consecuencias sobre la gobernabilidad también son notables: la tensión entre el gobierno central, los líderes indígenas y la comunidad empresarial sigue latente, mientras se espera la implementación de nuevas políticas para evitar futuras crisis.