Tres meses de retraso y Q110 millones: Las excusas del CIV para no reparar la autopista Palín-Escuintla
Han pasado más de tres meses desde que el tramo afectado de la autopista Palín-Escuintla, entre los kilómetros 44 y 45, se hundió y paralizó una de las rutas comerciales más importantes del país.
Redacción
El Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), encabezado por el ministro Félix Alvarado, continúa acumulando excusas y promesas vacías para justificar una inacción que ya ha costado millones en pérdidas económicas y generado un creciente descontento entre la población.
En su más reciente intervención pública, el ministro Alvarado aseguró que los contratos para las reparaciones están «a punto de ser firmados». Sin embargo, esta no es la primera vez que los guatemaltecos escuchan estas palabras.
Durante más de 90 días, las justificaciones han ido desde la falta de presupuesto hasta los estudios técnicos sobre los flujos de lodo provenientes del volcán de Agua, como si todo esto no hubiera podido preverse desde el inicio.
Lo que agrava la situación es el costo astronómico que el CIV pretende invertir: más de Q110 millones para un tramo de menos de cinco kilómetros. Aunque el viceministro de Infraestructura, Alejandro García, intentó justificar esta suma argumentando la construcción de muros de contención y otras obras de mitigación, la población no puede evitar preguntarse si este gasto desmesurado es realmente necesario, o si el gobierno de Arévalo está jugando con la paciencia de los ciudadanos.
La frustración de los guatemaltecos no es solo por los recursos mal administrados, sino también por la falta de urgencia con la que las autoridades han manejado el problema. Mientras el tráfico en la autopista sigue paralizado y el comercio nacional e internacional sufre pérdidas multimillonarias, el CIV continúa retrasando el proceso.
Llueven excusas
Las reuniones interminables, las promesas de nuevas fases y las supuestas «complicaciones» climáticas no han hecho más que aumentar el escepticismo de una población que se siente ignorada por sus autoridades.
Las excusas del ministro Alvarado ya no convencen. Citó recientemente un estudio del Insivumeh sobre la vulnerabilidad del volcán de Agua, y aunque la situación geológica es innegable, lo que parece realmente frágil es la capacidad del gobierno para actuar con eficiencia.
El creciente descontento de la población refleja el cansancio de una ciudadanía que ve cómo sus impuestos se diluyen en proyectos mal gestionados y en una burocracia que privilegia el discurso por encima de la acción.
La ineficiencia del Ministerio de Comunicaciones bajo el gobierno de Arévalo no solo ha retrasado la reparación de un tramo vital para el país, sino que ha mostrado una preocupante indiferencia hacia las necesidades de la población.