La fugada ex primera ministra de Bangladesh acusa a EEUU de conspirar en su contra
El proceso de transición continúa con el nombramiento de Syed Refaat Ahmed, una figura aceptada por los manifestantes, como presidente del Supremo.
Por dpa/EP
La ex primera ministra de Bangladesh Sheij Hasina ha acusado a Estados Unidos de ejercer como una ‘mano negra’ en el marco de las multitudinarias protestas populares que la obligaron a abandonar el país esta semana, en una conspiración que comenzó tras negarse a ceder a Washington un territorio para establecer una base aérea.
«Si hubiera entregado a Estados Unidos la isla de San Martín todavía seguiría en el poder», hizo saber Hasina, ahora mismo refugiada en India, en una misiva dirigida a sus simpatizantes de la Liga Awami y recogida por el periódico indio ‘The Print’.
San Martín es una isla de solo tres kilómetros cuadrados que se encuentra en el noreste de la bahía de Bengala, un escenario clave en la larga disputa sobre el Indo-Pacífico que enfrenta a China y a Estados Unidos.
En junio de este año, un destacado portavoz de la Liga Awami, Sadrul Ahmed Khan, comentó al magacín ‘Sunday Guardian’ que Hasina llevaba meses denunciando intentos de Estados Unidos para «balcanizar» el país, que Washington había protagonizado encuentros secretos con la oposición del Partido Nacionalista de Bangladesh y que las autoridades norteamericanas habían insistido en «alquilar» la isla para instalar en ella una base naval.
Sobre las protestas en sí, Hasina indica que tomó la decisión de abandonar el país para ahorrar más derramamiento de sangre. Las manifestaciones, que comenzaron siendo una expresión del descontento de los estudiantes del país contra el sistema de cuotas laborales para funcionarios, acabaron convirtiéndose en un llamamiento generalizado a la dimisión del Gobierno, al que acusaron de orquestar una ola de represión que dejó más de 200 muertos.
«Dimití porque no quería ver una procesión de cadáveres. Si me hubiera quedado, habríamos perdido más vidas», ha indicado Hasina, antes de denunciar una vez más la conspiración de potencias extranjeras, en connivencia con una oposición que «quería llegar al poder por encima de los cuerpos sin vida de vuestros estudiantes».
Hasina ha prometido que «volverá pronto al país, si Dios quiere» antes de indicar que la «derrota» ha sido suya, pero «la victoria ha sido del pueblo». Por último, Hasina quiso aclarar que jamás empleó el término «razakar» para dirigirse a los manifestantes, una expresión que acabó desatando la ira de la población al tratarse de un término referido a los bangladeshíes que se pusieron de parte de Pakistán durante la guerra de independencia de Bangladesh.
«Jamás os llamé así. Mis palabras fueron distorsionadas y un grupo de personas se aprovechó de ello», manifestó.
Por lo demás, la transición encabezada por el nuevo primer ministro y premio Nobel de la Paz Mohamed Yunus continúa a buen ritmo con el nombramiento, este domingo, de Syed Refaat Ahmed como nuevo presidente del Tribunal Supremo.
El nombramiento del magistrado culmina 24 horas de protestas callejeras contra el Tribunal, al que los estudiantes acusan de complicidad con las fuerzas de seguridad durante la represión, y que forzaron la dimisión del anterior magistrado jefe, Obaidul Hasán, y el resto de los magistrados de la corte.
Syed Refaat Ahmed, nacido el 28 de diciembre de 1958, es hijo de abogado Syed Ishtiaq Ahmed, fiscal general de Bangladesh. Su madre, Sufia Ahmed, ejerció como profesora destacada de Historia y Cultura Islámicas en la Universidad de Dacá, la capital del país.