La activación de amenazas convencionales: incertidumbre para América Latina
Mario Mérida. Escritor, comunicador y docente universitario
La actividad diplomática china en América Latina principia a dar resultados, gracias a la expansión y consolidación de su presencia y relaciones internacionales con varios países latinoamericanos, principalmente con los de tendencia antinorteamericana -Venezuela, Nicaragua y Cuba-.
Además, junto con Rusia se propicia el acercamiento de Irán con sus aliados latinoamericanos, lo que exigirá un mayor esfuerzo de inteligencia del gobierno estadounidense.
El artículo “La Política de China hacia América Latina y el Caribe, ” ALC (24/11/2016), describe la estrategia de ese país denominada “Los dos centenarios” (2013-2020[1]) orientada a “… la construcción de una sociedad modestamente acomodada en 2020 y convertir a China a mediados del presente siglo en un país moderno socialista que sea próspero, poderoso, democrático, civilizado y de armonía”.
La estrategia busca “… la edificación de una economía de mercado socialista, una política democrática, una cultura avanzada, una sociedad armoniosa y una civilización ecológica”. Esto esperan lograrlo “Adhiriéndose a la política exterior de independencia y de paz e insistiendo invariablemente en la apertura al exterior”. Es decir, “China está dispuesta a aumentar los puntos de convergencia con los diversos países para construir las relaciones internacionales de nuevo tipo, con la cooperación gana-gana como núcleo y forjar una comunidad de destino de la humanidad, que le asegure el acceso a litio[2].
La potencialización de China frente a EE.UU, inició con la adhesión de Nicaragua, el Salvador y últimamente la formalización de relaciones con Honduras[3], con lo cual echó por tierra el concepto de Triángulo Norte -Honduras, Guatemala y el Salvador- espacio territorial de interés para la seguridad nacional norteamericana.
China, además de expresar claramente su interés por el territorio taiwanés, ha instalado una base de inteligencia en Cuba para espiar a los EE.UU, acción confirmada por una fuente consultada por el canal de noticias alemán DW. (11/06/2023[4]), que afirmó las operaciones de espionaje chino durante años y el relanzamiento de operaciones en el 2019. La noticia fue confirmada por The New York Times: “Una base de espionaje chino en Cuba que podría interceptar señales electrónicas de edificios comerciales y militares estadounidenses cercanos ha estado en funcionamiento desde 2019 o antes, cuando se actualizó la base china, según un funcionario de la administración Biden”.
También se hizo público el incremento del arsenal nuclear chino, estableciendo un balance de poder nuclear con Estados Unidos, forzando una reunión con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken el próximo fin de semana – (17 y 18/06/2023), reunión “…. cancelada anteriormente debido al incidente provocado por el presunto globo de vigilancia chino sobre Estados Unidos”.
Quizá, lo más grave para la seguridad norteamericana es la presencia del líder iraní cerca de su área de influencia geoestratégica. Según Arturo McFields (16/05/2023[5]) en su artículo “Dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela reciben con honores al tirano de Irán”. Este hecho, aparentemente no ha sido observado con el interés que conlleva la visita del presidente de Irán Ebrahim Raisi al continente, en particular a Cuba.
El interés de Irán por Latinoamérica no es nuevo. Alberto Priego (04/10/2022[6]) en su análisis “La influencia de Irán (e Hizbulá) en América Latina”, sostiene que “… para Teherán, América Latina es una prioridad internacional, y desde mediados de los años 80, su penetración en el continente americano ha sido cada vez mayor”
Priego, plantea el hecho que Ministerio de Exteriores iraní calificó a “… América Latina como muy valiosa en su lucha contra el capitalismo y el sistema global” . Priego, identifica cinco áreas de interés de Teherán en América Latina, menciona en su orden: 1. “Incremento de la influencia internacional”; 2. “Desestabilizar EE. UU”; 3. “Conseguir divisas, tanto lavando como generando activos”; 4. “Apoderarse de recursos naturales. América Latina es un continente rico en minerales, especialmente en aquellos necesarios para producir armas nucleares” y 5. “Reclutar personas y entrenarlas para fines violentos”. Además, hace mención de las tres grandes líneas de acción iraní: Las embajadas -Argentina, Venezuela, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Chile, Nicaragua y talvez próximamente Honduras-, la diáspora libanesa y los centros socio-religiosos”.
En síntesis, el retorno de las amenazas convencionales y su ingrediente nuclear, obligará a los gobiernos latinoamericanos a integrar alianzas, como en la Segunda Guerra Mundial, para asegurar su sobrevivencia. Indudablemente, la presencia China genera incertidumbre, pero más, es incierta es la reacción de hispanoamericanos –“Brasil, Argentina, Venezuela, Colombia, México, Rep. Dominicana, Ecuador, Uruguay, Costa Rica, El Salvador, Chile, Guatemala y Jamaica” simpatizantes ideológica y políticamente con Irán.
[1] http://spanish.peopledaily.com.cn/
[2] Gabriela Moreno. “China asedia Latinoamérica para apoderarse del “triángulo de oro blanco” (13/06/2023: “China intenta superar a empresarios europeos y estadounidenses en las licitaciones de litio en Latinoamérica con sobornos e inversiones. https://panampost.com/gabriela-moreno
[3] Honduras y China suscriben 22 acuerdo. Además el presidente Xi Jinping, prometió a su homóloga hondura, Xiomara Castro iniciar las negociaciones de un TLC. EFE y AFP/Prensa Libre. 13/06/2023
[4] https://www.dw.com/es/eeuu-china-tiene-centro-de-espionaje-en-cuba-desde-2019/a-65882095
[5] PANAM POST. 16/05/2023
[6]PRIEGO, Alberto. La influencia iraní en América Latina. Documento de Opinión IEEE 86/2022. https://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2022/DIEEEO86_2022_ALBPRI_Iran.pdf y/o enlace bie3