Comunicación Social de la Presidencia, en «modo policía del pensamiento»
Bajo el mando del abogado Santiago Palomo, la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia parece alejarse del ambiente que suele rodear las conferencias de prensa tradicionales, y ubicarse en un ámbito policíaco y probablemente, de censura. Afortunadamente, la época actual es pródiga en información y para observar cualquier conferencia de prensa, el único esfuerzo del ciudadano (y del comunicador), es conectarse. Esto, a menos que Palomo también decida eliminar las transmisiones directas de sus actividades.
Redacción
Un pretexto pueril, con toques rocambolescos, fue esgrimido por el recién nombrado Secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Santiago Palomo, quien como «Zar anticorrupción» no dio muestras de mucha actividad y que anteriormente tuvo algún acercamiento al periodismo, como vocero de la Corte de Constitucionalidad (CC), cuando esta fue dirigida por el aliado de la CICIG Francisco de Mata Vela.
Según el comunicado de la mencionada secretaría, ayer «un individuo armado» trató de ingresar al Palacio Nacional de la Cultura, «haciéndose pasar» como periodista de un medio digital.
En primera instancia, la seguridad del Palacio Nacional de la Cultura es obligación legal de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS), que en cambio se enfoca (según los medios), en comprar alimentos probablemente sobrevaluados y garantizar los lujos del mandatario y su séquito.
De esta forma, el secretario Palomo incursionó en el campo de Iván Carpio, secretario de la SAAS (paradójicamente, periodista de profesión), y decidió «crear un protocolo de acceso» a los medios que Comunicación Social considere debidamente acreditados, según los criterios de Palomo.
Con este «proceso de verificación» que realizarán empleados de Comunicación Social, constituidos en una especie de «policía del pensamiento» orweliana, no sería raro que la SAAS, al mando de un periodista, se dedique a realizar las coberturas de eventos oficiales y redacte boletines, discursos y comunicados. Así, el gobierno de la «nueva primavera» sorprende cada día a los guatemaltecos.