Independientes piden más viáticos y crear bloques minoritarios con tránsfugas
La bancada independiente que busca ser declarada bloque legislativo Semilla, volvió a asombrar a sus críticos y a sus admiradores por igual, al promover la iniciativa 6389 que además de revertir la orden judicial que suspendió al Movimiento Semilla, propone más prebendas para el grupo, que ni en la legislatura pasada ni en esta ha logrado aprobación a ninguna de sus propuestas. Hoy en el pleno, propusieron discutir la iniciativa.
Redacción
En enero, los diputados semilleros anunciaron con bombos y platillos que renunciarían a los almuerzos que el Congreso sirve a los legisladores en sesiones plenarias. Esto sucedió poco después de protagonizar un desagradable incidente donde los diputados recién electos demostraron su educación, con una trifulca que incluyó patear puertas y subirse a muebles del Congreso.
Al parecer, «picaban mucho más alto» y un almuerzo ejecutivo no era suficiente para estos «padres de la Patria», quienes ahora exigen más comisiones, más asesores, más viáticos y permitir el transfuguismo, en una nueva propuesta legislativa, la iniciativa 6389 que tiene como principal motivación resucitar al bloque suspendido, sin atender a que dicha suspensión procede de una orden judicial y que las leyes no deberían promulgarse para favorecer intereses partidarios y mucho menos, contradecir un dictamen de juez.
Es evidente que la propuesta semillera es una cuenta más al largo rosario de despropósitos de ese grupo, que en los cuatro años anteriores y lo que va de este, no lograron aprobar ninguna de sus iniciativas.
Presentada el 29 de junio por Andrea Villagrán, el proyecto propone que dos diputados puedan crear un «bloque facción», que sería un «caso excepcional», cuando dichos diputados tránsfugas o expulsados, «hayan sido electos por el mismo partido». Esto parecería un caso excepcional dedicado a los expulsados de la UNE, muy afines al oficialismo.
De esta forma, los voceros legislativos de la «nueva primavera», que hicieron campaña amparados en el anacronismo de la «Revolución de Octubre», exhiben hoy que no solo son exactos a cualquier político, sino que pretenden retornar a la época que se conoció como «Pacto de Corruptos» en el Congreso, cuando diputados lucían descaradamente el transfuguismo y aprovechaban prebendas extraordinarias. Esto motivó la reforma a la Ley Orgánica del Congreso, que hoy, los «jóvenes rebeldes de la nueva primavera» quieren volver a reformar, para regresar a su lugar de honor al «Pacto de Corruptos»: la época en que los legisladores se protegieron de la ley, garantizándose impunidad y ejércitos de asesores.