Gobierno invertirá Q150 millones en “bonos sociales”
La falta de resultados efectivos motivo una medida populista desesperada del gobierno de Arévalo, la “inversión” de Q150 millones en programas sociales, una estrategia que el propio Arévalo cuestionó hace unos años.
Redacción
En una reciente conferencia de prensa, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo dio a conocer una serie de medidas dirigidas a mitigar el elevado costo de la canasta básica para las familias guatemaltecas.
Estas iniciativas incluyen la expansión de un programa de aportes mensuales para las familias urbanas y la distribución de un bono de mil quetzales para hogares rurales en extrema pobreza. Aunque estas medidas tienen un objetivo claro de ofrecer alivio económico, han suscitado críticas y escepticismo debido a su parecido con políticas populistas que el propio Arévalo había censurado anteriormente.
Para analistas económicos, este tipo de medidas populistas buscan enfocarse en ofrecer soluciones rápidas a problemas estructurales profundos sin abordar sus causas subyacentes.
En total, se destinarán 150 millones de quetzales a estas iniciativas, con el objetivo de proporcionar un respiro económico a las familias más vulnerables.
Aportes mensuales para áreas urbanas
El presidente Arévalo anunció la ampliación del programa de apoyo económico para beneficiar a 50 mil familias en los 17 municipios del departamento de Guatemala. Cada familia recibirá un aporte mensual de 250 quetzales, beneficiando en total a unas 250 mil personas.
Bono para Familias Rurales
Para las áreas rurales, Arévalo informó sobre la entrega de un bono de mil quetzales destinado a 100 mil familias que viven en extrema pobreza y no tienen acceso a energía eléctrica. Con esta medida, el gobierno pretende ayudar a estas familias a cubrir los costos de los alimentos y otros bienes esenciales.
La inversión de 150 millones de quetzales en estas medidas ha levantado interrogantes sobre su impacto en el presupuesto nacional. Los críticos se preguntan si el gobierno podrá mantener estas ayudas a largo plazo sin comprometer otros servicios esenciales y cómo se financiarán estas políticas sin generar un déficit económico.
Antes de asumir la presidencia, Arévalo había criticado enérgicamente las políticas populistas de administraciones anteriores por su enfoque en soluciones temporales que no resolvían los problemas de fondo.
Los críticos también han subrayado la ausencia de medidas complementarias que promuevan el desarrollo económico sostenible, como la creación de empleos, la mejora de la infraestructura y la promoción de la educación y la capacitación laboral.