USAC: autoridades cuantifican los daños de la “toma”
Esta mañana, el equipo de 24:7 Prensa Digital intentó ingresar a la USAC para documentar el estado en que la ocupación durante un año dejó las instalaciones, pero fue imposible entrar porque las autoridades internas tienen cerrado el campus. Un docente de esa universidad explicó que las autoridades hacen inventario, en coordinación con el Ministerio Público (MP).
Texto: Redacción
Foto y video: Virginia Fuentes
El estado en que se encuentran las instalaciones de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), motiva indignación y tristeza en más de un profesional que estudió en el lugar, ya deteriorado por años de corrupción pero jamás en el estado en que algunas fotos que circulan en redes sociales evidenciaron.
El viernes, el grupo que promovió y organizó la debacle de la USAC mediante el cierre forzado de un año, decidió “entregar” las instalaciones en un evento anómalo que podría no ser legal.
Un espacio propicio para el proselitismo
Una de las características que llaman la atención en el acto del viernes, es la presencia del diputado Román Castellanos, así como los candidatos Marcela Blanco (de la Universidad Rafael Landívar) y el catedrático Raúl Barrera, los tres de Semilla.
Además estuvo presente la candidata a diputada de VOS, Gabriela Ávila, hermana del diputado tránsfuga de Winaq Aldo Dávila. No está claro si la candidata es estudiante o docente universitaria.
En cualquier caso, la utilización del evento por los tres políticos, evidencia una de tantas anomalías que aparentemente encontraron las autoridades, además de la notoria destrucción de los jardines y espacios al aire libre. Además, plantea la duda sobre la participación de estos personajes políticos en un hecho devastador para la USAC.
Destrucción sistemática de instalaciones públicas
Entre otros detalles, una fotografía que circula en redes muestra cómo los individuos que realizaron la toma sacaron los pupitres de un edificio de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales a la intemperie, aparentemente con el fin de destruirlos.
En una toma anterior (que no se prolongó tanto tiempo), se documentó el robo de fibra óptica y daño a diversos equipos. Actualmente, se menciona que en dependencias de Veterinaria y Piscicultura murieron animales por descuido, así como el deterioro de reactivos químicos y otros.
MP, Servicios y Auditoría “cerraron la U”
El nuevo cierre del campus responde a la necesidad de las autoridades de inventariar todos los bienes y verificar su estado. Este proceso será gradual, de una unidad académica a otra, y probablemente se encontrará más de un indicio de delitos.
El cierre por inventario podría ser prolongado, ya que otras instalaciones, como el CUM (Medicina y Psicología), fue liberado en enero; el Centro Universitario de Occidente (CUNOC), también a principios de año, y ambos procesos de inventario y auditoría tardaron cerca de tres meses, además de la habilitación de servicios como reconexión de agua, internet y luz eléctrica.
Lamentablemente, en esos dos casos no se realizó individualización de los delitos cometidos, lo que dejó en la impunidad a los vándalos y delincuentes que robaron patrimonio estatal en esas instalaciones.
Aunque la ocupación de la USAC parece concluida, los estudiantes deberán esperar meses antes de retomar sus actividades en esa universidad.