Ultraizquierda y globalismo acechan a Guatemala
El fin de semana, Bernardo Arévalo se reunió con la presidente ultraizquierdista de Honduras, Xiomara Castro, esposa del derrocado Manuel Zelaya. En la reunión, convinieron «reactivar» la Secretaría de Integración Centroamericana (Sica), instancia con serios señalamientos de corrupción y que en varias décadas, no arrojó ningún resultado significativo, como las otros órganos de la «integración», por ejemplo, el Parlacen y la Corte Centroamericana de Justicia.
Entre otros temas, Arévalo y Castro abordaron aduanas y migración. Castro no perdió la oportunidad de afirmar que «se debe declarar la región de Centroamérica como pionera en la lucha contra el cambio climático» y de forma nostálgica, recordó los ideales unionistas de Morazán.
La visita se produce poco antes de la reunión del Foro de São Paulo en Tegucigalpa. En este foro convergen todos los «capos» de la «cosa nostra» ultraizquierdista de Hispanoamérica. Aunque es probable que Castro haya invitado a Arévalo personalmente, esto no fue divulgado por los medios.
La instancia, creada por Fidel Castro y Lula da Silva, es anti mercado, anti cristianismo, anti familia y a favor del extremismo islámico, la legalización del narcotráfico y el debilitamiento de las democracias regionales, lo que converge a la perfección con la Agenda 2030 definida en los ODS de la ONU. En este marco, el acercamiento de la señora Castro a Arévalo es una alerta para Guatemala, especialmente si el gobernante que muchos consideran impuesto por fraude, acude a la reunión de la ultraizquierda.
De Guatemala, hay tres organizaciones inscritas en el Foro de São Paulo: URNG, sin representación parlamentaria; Winaq, con una curul en el Congreso y «Tejiendo Pueblo», un intento de conformar partido por parte del ex guerrillero Pablo Monsanto, quien huyó de Guatemala, presuntamente a Venezuela, por problemas con el fisco y señalamientos de serios delitos.
Esto implica que, para Guatemala, el referido foro no tiene ninguna incidencia real, lo que cambiaría drásticamente si Arévalo accede a posicionarse junto a las narcoguerrillas regionales. Como antecedente, los ministros Jonathan Menkos y Anabella Giracca pertenecen al Foro de Puebla, grupo similar o «hermano menor» del que fundó Fidel Castro.
Está por verse si Arévalo acude a la instancia, lo que indicaría otro cambio de rumbo en una administración que se luce por sus veleidades.
Además de la próxima reunión de ex guerrilleros y mandatarios cuestionados en Honduras, entre el 26 y el 20 de junio se realizará la 54a. Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), que según denuncias, intenta vetar la participación de grupos conservadores, para abordar sin oposición temas como el aborto, el adoctrinamiento LGBT a la infancia y otros propios de la Agenda 2030.
Guatemala tiene como representante ante la OEA a la ex magistrada Claudia Escobar, cercana a la Fundación Myrna Mack. Sumado a esto, que parece garantizar la posición del país a favor de la «agenda», está que ni siquiera los diputados al Congreso conocen oficialmente el contenido de los temas que se discutirán y al parecer, no les interesa, ya que hicieron caso omiso a la diputada Lucrecia de Palomo cuando pidió una moción para que el Congreso conociera estos contenidos.
Los tres antecedentes: visita de la ultraizquierdista Castro; próximo Foro de São Paulo y sesgo abortista y anti familia que podría tener la Asamblea de la OEA, donde la representante guatemalteca es afín a la Agenda 2030, señalan que Guatemala es un objetivo acechado por la ultraizquierda internacional y el globalismo.
Los que luchan por la libertad individual, la familia, los valores cristianos y el libre comercio, deben estar atentos a estos dos acontecimientos, donde podría fraguarse un futuro muy oscuro para Guatemala, débil y demasiado golpeada por una serie de gobernantes corruptos, de los cuales el más reciente fue Alejandro Giammattei, quien como varios de sus antecesores, permanece impune.