TREP: cinismo, abuso de autoridad y vacaciones prolongadas
TREP, Irma Palencia, Gabriel Aguilera, Ranulfo Rojas y Mynor Franco, son nombres que algún día se reconocerán como sinónimo de cinismo y abuso de autoridad. Hoy, los cuatro se entregaron a un juzgado que, según rumores, es ad hoc a sus intereses, y en el lugar los recibió muy sonriente la presidente del TSE Blanca Alfaro. La acción parece ser respuesta al ultimátum de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que días antes dio un plazo de tres días al tribunal electoral para presentar pruebas de que el pleno del TSE estaba integrado conforme a la ley.
Roxana Orantes Córdova
Que cuatro implicados en un escandaloso caso de corrupción salgan de vacaciones para evadir la justicia y se den el lujo de extender el descanso pagado por el Estado hasta que la situación se hace insostenible, es un hecho esperpéntico, de esos que solamente podían darse en las «republiquetas bananeras» pero que se multiplican hoy en Guatemala, donde el gobierno de turno está a las órdenes del Departamento de Estado de EE.UU., la Unión Europea y hasta Canadá.
Q.148 millones le costó al Estado un sistema de transmisión de datos muy cuestionado por la Contraloría General de Cuentas que presentó la denuncia, pero que además fue provisto por la empresa Datasys, contra la que varios países tenían quejas.
Vacaciones productivas en Ecuador
Al parecer, la compra anómala del TREP fue negociada por las magistradas Blanca Alfaro e Irma Palencia en un sitio nocturno «poco convencional» en Quito, Ecuador, al que las habría invitado el doctor Demetrio Lasagna, directivo de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES), financiada por la ONU y el Centro Carter, entre otros.
IFES asesora a «democracias en transición», término bastante ofensivo para Guatemala, que desde 1985, cuando se redactó la Constitución, es una democracia cuyo sistema electoral había sido intachable, hasta que organismos internacionales comenzaron a inmiscuirse.
Como resultado del viaje (parranda incluida), el colombiano Gustavo Villamil tuvo las llaves del TSE y logró inmiscuirse hasta el fondo de las elecciones 2023, Entre otros, el IFES provee asesoría en cómputo electoral a los países satélites o subordinados de las instituciones supranacionales.
La compra del TREP desprestigió mucho al TSE. Tanto que alrededor de un 40% votó nulo, además del 41% de abstencionsimo, lo que evidencia la casi nula credibilidad de los guatemaltecos en este TSE. Los resultados electorales también fueron cuestionados, si bien el tema por el que la CGC denunció a los magistrados ante el MP fue la anómala adquisición.
La corrupción es uno de los delitos más despreciables. Los funcionarios que cometen ese crimen deben ser juzgados con todo el peso de la ley, y en este caso, hay demasiados indicios de que cuentan con el paraguas protector del gobierno. Por ejemplo, las risas y carcajadas cuando supuestamente se presentaron ante la ley; el hecho de que gozaran de vacaciones pagadas tanto tiempo sin que esto indignara a ninguno de los «luchadores contra la corrupción» y finalmente, la desobediencia que implica para un funcionario escapar cuando le retiran el antejuicio, sumado a la aparente burla que significa el retorno triunfal entre risas y alegría. Guatemala merece que se haga justicia contra todos los presuntamente corruptos.