Tensión en Lívingston: comerciantes obligados a cerrar por protesta contra minera
Las protestas contra el proyecto minero en Lívingston, Izabal, escalaron este miércoles, cuando manifestantes recorrieron calles del municipio y forzaron el cierre de varios comercios. La situación, que inició con un bloqueo en el kilómetro 279.5 de la ruta CA-13 desde el 16 de junio.
Redacción
Videos difundidos por medios comunitarios muestran a grupos de personas, algunas armadas con bates, exigiendo que tiendas y locales cierren sus puertas. Aunque algunos servicios esenciales —como hoteles, farmacias y restaurantes— continúan operando, el ambiente es tenso y la incertidumbre crece.
“Desde el lunes no podemos trabajar con normalidad. Hoy, muchas familias no pudieron ni abastecerse”, comentó un comerciante que prefirió no revelar su identidad. Por su parte, una vendedora afectada señaló que ya ha sufrido pérdidas económicas por cancelaciones de clientes y por productos perecederos dañados.

Protesta por el agua
Los manifestantes aseguran que su lucha es por la defensa de los nacimientos de agua en la Sierra Santa Cruz. Afirman que buscan una reunión con autoridades del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) para discutir el otorgamiento de licencias ambientales vinculadas a la actividad minera. Pero también advirtieron que, si no son escuchados, las medidas de hecho podrían extenderse a otras rutas clave del departamento.
Autoridades buscan canalizar el conflicto
La diputada Thelma Ramírez, a través de una transmisión en redes sociales, informó que se ha iniciado un intento de diálogo con el MARN y autoridades locales, incluyendo al alcalde de Lívingston, Enrique Xol. El objetivo es establecer una mesa de trabajo con líderes comunitarios de San Antonio Sejá y brindar claridad sobre el estatus legal de los expedientes mineros.
El MARN confirmó que una comitiva se trasladará a Río Dulce este miércoles para intentar entablar comunicación directa con los manifestantes. La reunión está programada para las 14 horas, aunque no se descarta un cambio de sede o formato si las condiciones no permiten un encuentro seguro.