Solsticio de invierno: tradiciones y astronomía del día más corto del año
Hoy, 21 de diciembre de 2024, se celebra el solsticio de invierno, un evento astronómico que marca el día más corto y la noche más larga del año en el hemisferio norte. Exactamente a las 10:21 (hora peninsular española), el Sol alcanzó su mínima altura en el cielo, dando inicio al invierno astronómico y a un lento pero constante alargamiento de los días.
Redacción
El solsticio de invierno ocurre cuando el hemisferio norte está más inclinado lejos del Sol en su órbita. Este fenómeno resulta en menos luz solar directa y temperaturas más bajas. En contraste, en el hemisferio sur, el 21 de diciembre marca el solsticio de verano y el día más largo del año.
Durante este día, el Sol parece detenerse en el cielo antes de cambiar su rumbo, un hecho que inspiró la palabra «solsticio», derivada del latín solstitium, que significa «Sol quieto».
Un viaje por las tradiciones del solsticio
El solsticio de invierno no solo es un hito astronómico, sino también un momento cargado de tradiciones y simbolismo. Civilizaciones antiguas, desde los celtas hasta los incas, celebraban este día como un renacimiento de la luz y la esperanza. En el norte de Europa, las festividades de Yule marcaban el comienzo de un nuevo ciclo solar, con hogueras y rituales para dar la bienvenida al Sol.
En América, los pueblos originarios también rendían homenaje al solsticio. Por ejemplo, los incas celebraban el Inti Raymi en su solsticio de invierno (junio en el hemisferio sur), una ceremonia que simbolizaba la renovación de la alianza entre el Sol y la humanidad. Aunque en diciembre, algunos pueblos del hemisferio norte realizaban ceremonias similares para agradecer al Sol y pedir abundancia para el nuevo ciclo.
Entre los mayas, el solsticio tenía un papel crucial en su cosmovisión y organización social. Su conocimiento astronómico les permitió construir estructuras como El Castillo, en Chichén Itzá, que se alinean perfectamente con los eventos solares. Durante el solsticio, estas edificaciones servían como recordatorio del orden cósmico y reforzaban la conexión entre los gobernantes y las deidades solares.
En Inglaterra, Stonehenge se erige como un testimonio impresionante de la veneración al Sol y los ciclos naturales. Este monumento megalítico, cuya construcción data de hace más de 4,000 años, está alineado con la salida y puesta del sol durante los solsticios, lo que sugiere su importancia ceremonial y astronómica para las culturas neolíticas.
La noche más larga del año
Dependiendo de la latitud, las horas de oscuridad pueden superar ampliamente a las de luz. En Bilbao, la noche puede alcanzar las 15 horas, mientras que en Sevilla se reduce ligeramente a unas 14 horas y 50 minutos. En las Islas Canarias, esta noche tiene una duración de 13 horas y 40 minutos.
Esta extensión de la oscuridad ofrece una oportunidad perfecta para observar el cielo nocturno, disfrutando de constelaciones invernales como Orión y Tauro.
Tras el solsticio de invierno, los días comienzan a alargarse, aunque de manera casi imperceptible al principio. Este fenómeno culminará en el solsticio de verano, el 20 de junio de 2025, cuando el día más largo del año marcará el inicio del verano astronómico.