Socialismo del Siglo XXI, entramado criminal transnacional agonizante
Las naciones iberoamericanas estamos más conectadas de lo que muchos creen. Infortunadamente, quienes más han aprovechado tan fuertes hilos vinculantes para consolidar una agenda criminal transnacional, han sido los integrantes de esa nefasta peste autodenominada “socialismo del siglo XXI”. Esto podemos y debemos cambiarlo.
A raíz del más reciente conciliábulo adelantado en la vecina Honduras por el tal “foro de sao paulo”, la más visible y peligrosa de las cepas de esa peste denominada “socialismo del siglo XXI”, he querido inaugurar la generosa posibilidad que se me ha brindado para participar como columnista en 24/7 Prensa Digital, refiriéndome a este engendro y a cómo podemos unirnos para acabar con esta plaga.
Empecemos por coincidir en que uno de los mayores y más visibles exponentes de ese entramado criminal transnacional denominado “socialismo del siglo XXI” es el aún impune CRIMINAL DE LESA HUMANIDAD e ilegítimo Presidente de Colombia, Gustavo Francisco Petro Urrego. En Colombia, este abyecto sujeto está desperado y angustiado por hacerse a los 98 mil millones de dólares (U$98,000,000,000) que los colombianos trabajadores y honestos han juiciosamente depositado en los fondos de pensiones privados tras décadas de trabajo.
Creo con mucha firmeza que la exasperada y transida conducta de ese aún impune GENOCIDA del Petro Urrego por hacerse a estos recursos de los pensionados colombianos, obedece a que la continuidad, e incluso la existencia misma del “socialismo del siglo XXI”, depende de estos recursos. Me explico.
Hasta hace poco, muy seguramente el narco régimen venezolano era el mayor responsable de financiar y mantener vigente esa corrupta cloaca denominada “socialismo del siglo XXI”, cloaca a partir de la cual se ha pretendido mantener con vida a sus inútiles e improductivos engendros, a saber y entre otros, al régimen cubano, al foro de sao paulo, y al grupo de puebla.
Se estima que desde 1999 el narco régimen venezolano ha saqueado la nación por una cuantía cercana a los 648,000 millones de dólares, y al parecer la gallinita de los huevos de oro está desahuciada gracias a ese letal parásito llamado cuba, por lo que el narco régimen venezolano muy seguramente se quedó ya sin posibilidades de seguir sosteniendo ese insaciable virus… ¿Entonces quién podrá salvarlos? ¡Pues mucho ayudarían los 98,000 millones de dólares ahorrados por los pensionados colombianos!
Si consideramos que el promedio anual saqueado por el narco régimen venezolano equivale a 25,920 millones de dólares, pues con los 98,000 millones de dólares de los pensionados de Colombia podría garantizarse la subsistencia de esa criminal corruptela llamada “socialismo del siglo XXI” por otros cuatro (4) años, mínimo, ¿no?
Entonces, resulta que meter preso al aún impune CRIMINAL DE LESA HUMANIDAD del Petro Urrego, además de beneficiar a Colombia, podrá resultar también en una estocada mortal para el “socialismo del siglo XXI”. Y para lograr esto necesito la ayuda de, entre otros, mis hermanos Guatemaltecos. ¿Cómo? EXIGIENDO A SU APARATO DE JUSTICIA que cumpla con su deber constitucional de hacer justicia por los derechos humanos violados a uno de sus ciudadanos.
Desde el día 11 de Mayo del 2022 y con el número de EXPEDIENTE MP001-2022-27206, reposa en la FISCALÍA DISTRITAL METROPOLITANA, en la OFICINA DE ATENCIÓN PERMANENTE del MINISTERIO PÚBLICO ubicadas en la 15 Avenida 15-16 Zona 1, Barrio Gerona de Ciudad de Guatemala, una DENUNCIA PENAL INTERNACIONAL (DPI) que yo presentara contra Petro Urrego por cometer CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD, GENOCIDIO, CRIMENES DE GUERRA e INFRACCIONES GRAVES CONTRA EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO (D.I.H).
Entre las aún impunes atrocidades cometidas por Petro Urrego y DENUNCIADAS ante el Ministerio Público de su nación, está una que les afecta directamente a ustedes los guatemaltecos: El 27 de febrero de 1980, en el secuestro que por más de dos (2) meses hicieran el DENUNCIADO Petro Urrego y sus camaradas del m-19 del Edificio de la Embajada de República Dominicana en la Ciudad Capital de Colombia, Bogotá DC, fue secuestrado durante 61 días el entonces acreditado Embajador de Guatemala en Colombia, el Señor AQUILES PINTO. Considero de mucha importancia insistir en que este crimen, al igual que TODOS LOS COMETIDOS POR EL DENUNCIADO PETRO URREGO Y POR SUS CAMARADAS DEL m-19, siguen en la absoluta impunidad y es obligación de los operadores de justicia de Guatemala llevar a juicio a los responsables, más cuando se trata de una fiscalía especial CONTRA la impunidad.
Y la cerecita del pastel: apresando a Petro Urrego podremos proceder conforme con dos (2) de sus protegidos cómplices también requeridos por la justicia de Guatemala: El corrompido del Iván Velásquez Gómez, y la envilecida Luz Adriana Camargo.