Semilla, ¿camino a la cancelación?
Ayer, la Corte de Constitucionalidad (CC), resolvió en sesión denegar el amparo solicitado por el Movimiento Semilla. El fallo de la CC ratifica la decisión del juez Fredy Orellana y deja a Semilla sin personería jurídica, lo que complicará la situación de ese partido, si logra ganar el balotaje, señalan analistas y personas que opinan en redes sociales.
Redacción
El 2 de agosto, el diputado al Parlacen y representante legal de Semilla, Juan Gerardo Guerrero, presentó una apelación de amparo ante la CC contra la resolución de una sala de apelaciones que había negado el amparo provisional pedido por Semilla para evitar que se suspendiera la personalidad jurídica de ese partido, como resolvió el juez séptimo Fredy Orellana.
En esa ocasión, Guerrero expresó que la finalidad de la apelación era evitar la suspensión y cancelación de la personalidad jurídica del partido.
El lunes 7 de agosto, medios de comunicación informaron que la CC denegó la apelación promovida por el Movimiento Semilla, lo que deja vigente la resolución judicial de Orellana. Hasta el momento, Semilla no se ha pronunciado oficialmente, aunque el diputado Samuel Pérez afirmó que accionarán legalmente y calificó de “inadecuado” el fallo de la corte, que según afirmó a los medios, “pone en riesgo la democracia”.
¿Qué le espera a Semilla?
Según expresó en redes Edgar Ortiz, de la Fundación Libertad y Desarrollo, “la orden del juez penal no afecta en absoluto los resultados electorales o la celebración de la segunda vuelta”.
Ortiz también indicó que, según la CC, la orden de suspensión de Semilla “deberá abordarse según la legislación penal vigente”. Semilla continuará su defensa por la vía penal y las elecciones continuarán su curso, escribió Ortiz.
En la resolución de la CC se detallan las acusaciones contra el partido en mención: “tráfico de influencias, incumplimiento de deberes, asociación ilícita, obstaculización de la justicia, falsedad ideológica y uso de documentos falsificados”.
La implicación para dicho partido, si se establece formalmente su personería jurídica después de la segunda vuelta, sería una bancada débil y con poca incidencia, ya que los diputados cuyos partidos fueron cancelados, entre otros, no pueden integrar la Junta Directiva.
Esto dejaría a un posible gobierno de Arévalo bastante debilitado y con casi nula incidencia en la aprobación de leyes que pudiera proponer el Ejecutivo.