San Juan de Dios sigue sin tomógrafo; instalación tomará hasta 8 semanas
El tiempo que le toma al Estado reaccionar cobra factura. Tras más de un mes sin tomógrafo, el Hospital San Juan de Dios finalmente contará con un nuevo equipo. Sin embargo, su instalación podría tardar entre cinco y ocho semanas más, prolongando el alto costo económico y humano que implica trasladar a los pacientes a otros hospitales.
Redacción
Finalmente, el Hospital General San Juan de Dios logró adjudicar el arrendamiento de un tomógrafo, una necesidad urgente que dejó de estar disponible desde finales de 2024 y cuya ausencia obligó al traslado de más de 40 pacientes a otros centros asistenciales.
Sin embargo, el aparato no estará en funcionamiento de inmediato: tomará entre cinco y ocho semanas más antes de que pueda utilizarse, debido a los trabajos de preinstalación e instalación que la empresa adjudicataria, QHA Guatemala, debe realizar.

Este nuevo retraso pone en evidencia los tiempos de reacción del Estado y los efectos de una burocracia que, aunque dispone de fondos, no logra responder con agilidad a emergencias médicas.
“Todo lleva un proceso”, justificó la directora del hospital, Ericka Pérez, quien explicó que no hay disponibilidad de tomógrafos en el país y que fue necesario buscar una solución temporal mediante arrendamiento con opción a compra.
Las excusas del gobierno, empiezan por el presidente Bernardo Arévalo, quien al ser cuestionado hace unas semanas aseguró que los fondos para adquirir el equipo han estado disponibles, pero responsabilizó a la Ley de Contrataciones del Estado por los tiempos prolongados.
Burocracia, el alto costo para la salud
La historia del tomógrafo refleja un patrón ya conocido en el sistema de salud pública: el aparato en cuestión fue donado por Japón en 2020, pero no entró en funcionamiento hasta noviembre de 2022 debido a trámites administrativos. Su mantenimiento terminó en noviembre de 2024 y, al no adjudicarse a tiempo un nuevo servicio de soporte técnico, el hospital se quedó sin diagnóstico por imágenes a partir de febrero.
Durante Semana Santa, 49 pacientes debieron ser derivados al Roosevelt, Villa Nueva, Chimaltenango e incluso a servicios privados, generando un gasto adicional y alargando los tiempos de diagnóstico en casos que, muchas veces, son críticos.
Aunque el Ministerio de Salud ha presentado la adjudicación como un avance, la falta de planificación y reacción oportuna ya dejó secuelas. “Debemos contar con más equipos y esto debió contemplarse hace mucho tiempo”, reconoció la directora Pérez.