Salud ignoró alertas, prolongó riesgos y ocultó anomalías en el caso Unops, según MP
Los avances del caso “Unops: Corrupción Presidencial” revelan que el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) no solo operó con graves deficiencias de control, sino que omitió acciones urgentes pese a conocer fallas, sobrecostos y el suministro de medicamentos contaminados que habrían afectado al menos a 7 mil pacientes.
Redacción
De acuerdo con la investigación, el convenio con Unops valorado en más de Q7 mil millones funcionó durante meses sin supervisión real y bajo un esquema que triplicó los costos administrativos mientras se entregaban insumos con licencias suspendidas.
Medicinas contaminadas distribuidas a miles sin reacción inmediata
La documentación oficial muestra que Unops entregó al MSPAS medicamentos cuya licencia sanitaria estaba suspendida por contaminación.
A pesar de ello, el retiro fue lento y tardío, lo que permitió que el producto llegara a más de 7,200 pacientes, mientras un primer lote contaminado siguió circulando sin que el Ministerio determinara cuántas personas más resultaron expuestas.

Incluso en mayo de 2025, cuando comenzó la recolección formal, Salud ya sabía que el medicamento estaba “inhabilitado”, pero mantuvo el manejo burocrático del caso, como si se tratara de una irregularidad menor.
El Ministerio desoyó evaluaciones internas
Un comité técnico interno había concluido que el convenio con Unops no era rentable ni eficaz. Sin embargo, Salud rechazó ese informe y continuó operando bajo un esquema que incrementó los costos de medicamentos y multiplicó los gastos administrativos sin justificación técnica.
En los convenios comparados, mientras Unops cobraba un 5% de costos indirectos en procesos con el IGSS, en el acuerdo con Salud ese porcentaje subió a 15%, un aumento que triplicó las cargas sin explicar beneficios.
Compromisos financieros opacos
De acuerdo con la información presentada, el Estado estaba obligado a pagarle a Unops más de USD 143 millones (Q1.1 millardos) solo en costos directos e indirectos.

Esa cifra equivale, según estimaciones técnicas, a la construcción de al menos seis hospitales como los de Chimaltenango o Villa Nueva.
La ejecución financiera refuerza la sospecha: se desembolsaron más de Q244 millones como anticipo, pero el total regularizado apenas mostró un margen mínimo de control y una supervisión casi inexistente.

Salud esperó a que la FECI interviniera para abandonar el convenio
El Ministerio de Salud decidió no continuar con el convenio solo después de que las diligencias de FECI documentaron irregularidades graves, incluyendo pagos por servicios no prestados y medicinas inservibles entregadas a hospitales públicos.
Ese giro tardío confirma que Salud no actuó por responsabilidad administrativa, sino únicamente frente a la presión de la investigación penal.

Un esquema que se mantuvo a pesar de las alertas
Los hallazgos del Ministerio Público apuntan a que el MSPAS omitió, ignoró o minimizó:
- La distribución de fármacos contaminados.
- Sobrecostos injustificados;
- Informes técnicos que desaconsejaban seguir con el convenio;
- Duplicación y triplicación de gastos administrativos;
- Ausencia de estándares de control en compras y verificaciones.
La investigación fiscal sostiene que, de no haberse intervenido a tiempo, más de Q1,100 millones habrían sido transferidos a Unops únicamente por actuar como intermediario, en un esquema que hoy es comparado con otros casos emblemáticos de corrupción regional como Odebrecht.









