El riesgo de exponernos a bajas temperaturas sin la vestimenta o abrigo correcto
El riesgo de exponernos a bajas temperaturas sin la vestimenta o abrigo correcto
Las temperaturas de principio de año suelen llegar a descender en la montaña del occidente de Guatemala por debajo de los 0° grados, la ciudad registra igualmente descensos en rangos de 5° y 8° grados. Para muchos adultos o niños con antecedentes de cardiopatías congénitas (enfermedades del corazón), suele incrementarse el riesgo de un ataque cardiaco y especialmente en aquellas personas expuestas a actividades físicas extenuantes o por efectos colaterales de exponerse a bajas temperaturas sin el abrigo apropiado suelen provocar hipotermia incrementando la frecuencia de la actividad cardiaca; incluso personas que viven en climas cálidos de nuestra latitud pueden verse afectadas por la bajas temperaturas según lo presenta la Doctora Sherrie Khadanga, cardióloga de la Asociación Americana del Corazón (AHA), en su informe publicado el 15 de diciembre del 2,023. Link del Informe anexo.
https://www.heart.org/en/news/2023/12/15/consejos-para-la-salud-del-corazon-cuando-llega-el-frio
Igualmente, las condiciones de variabilidad climática de lluvia, baja temperatura y vientos también incrementan el riesgo de enfermedades en las vías respiratorias las cuales pueden generar complicaciones a personas con un sistema inmunológicamente débil o bajo en defensas.
Las condiciones climáticas descritas anteriormente pueden llegar a considerarse en un riesgo para la salud de un adulto o un niño si estos no atienden las recomendaciones de abrigarse correctamente.
Lamentablemente no todos tenemos la oportunidad de vivir bajo un techo y al resguardo de una familia responsable. Muchas personas de escasos recursos viven en la intemperie de calles y avenidas de nuestra ciudad, departamentos y municipios. Algunas personas indigentes pueden llegar a ser hostiles por problemas psicosociales, enfermedades neurológicas o dependencia de algún vicio. Las razones causales que obligan a estas personas a vivir y deambular son diversas y muchas veces complejas de entender.
Durante 13 años un equipo de 20 voluntarios en promedio por operación nocturna de campo, liderados por el Ing. Antonio Carrera, el Dr. Estuardo Carrera, Doctor Arturo Monsanto, Doctor Edwin Bravo, Ingeniero Carlos Petersen y este servidor entre otros grandes amigos, salíamos a las calles a entregar asistencia humanitaria, algunas veces al relleno sanitario y otras a las frías calles de la ciudad. Nuestra interacción con esas personas menos afortunadas y sus historias cuya realidad puede superar cualquier ficción para quien no ha pasado una noche durmiendo en una fría banqueta, con el miedo de ser agredido por un extraño, asaltado por otra persona de similar condición y aunado todo ello a las condiciones de bajas temperatura y lluvia, hacen que esa difícil vela de varias noches y una mala alimentación ocasionen muchas veces que algunas personas no vuelvan de ese sueño. Eventualmente los buenos samaritanos, esos ángeles entre nosotros que suelen pasar dejando por la noche una frazada, un alimento suelen descubrir que estos menos afortunados han perdido al sueño eterno producto de la hipotermia.
Esas historias solo se viven en la oscuridad de una fría noche entre las 22:00 y 05:00 horas, con los primeros rayos del sol como mudos testigos.