Resurgió el liberalismo en la política: desregulación y eficiencia
Por Franco L. Farias, Director del Movimiento Libertario de Guatemala y coordinador senior de Students For Liberty/ Youg Fellow at CEES.
Haciendo un resumen burdo, generalizador, e incompleto sobre la historia de occidente, el siglo XVIII fue el siglo del mercantilismo, el XIX del liberalismo, y el XX del intervencionismo ¿Cómo será este siglo XXI?
Pese a que llevamos un quinto de siglo, debemos recordar, por ejemplo, que, a comienzos del siglo XX, los viejos estandartes decimonónicos del liberalismo se mantuvieron aferrados a sus puestos hasta la Primera Guerra Mundial, luego fueron reemplazados por intervencionistas de los más variados sazones: socialistas, nacionalistas, fascistas, keynesianos, y todo lo que se encuentre en algún punto medio entre estas posturas.
Entre los 60s y 70s, se empezó a gestar una nueva ola de economistas que llegaron a conclusiones de libre mercado, los monetaristas de Chicago. Como mencioné, ellos antes que liberales, eran economistas, por lo que, con el pasar del tiempo, muchos de ellos no han tenido problema en adoptar posturas mas intervencionistas cuando las ecuaciones se los ordenan. Esta ola fridmanita duró en auge unos 20-30 años, luego de ello (y muchas veces, surgiendo de esta misma vertiente), la economía buscó hacerse más “técnica”, siendo pocos y mal vistos los economistas que se codeaban con otras ciencias sociales. El retorno del keynesianismo, con nuevos rostros, nuevas ecuaciones, y usando la potencia de procesamiento de las computadoras que antes no tenían, se instaló y coronó a si mismo como la única manera “científica” de hacer economía.
La academia sigue asi, son contadas las universidades a nivel mundial que ofrezcan una visión holística y comparada de pregrado para los jóvenes economistas. La visión positivista de las ciencias sociales en general, y la formula neoclásica de economía en particular, son hoy lo mainstream, lo que está de moda. Ya no importa que el mercado sea libre o regulado, importa que sea eficiente, que maximice. Asi es como los economistas contemporáneos buscan desatarse del aspecto político-social de la economía, para cambiarlo por el “técnico”, que los hace cada vez mas amigos de los ingenieros y programadores, y menos amigos de los abogados, cientistas políticos y filósofos.
Parecía que la ciencia económica iba encaminada a esta visión ingenieril de la disciplina, donde resolver cada problema social sería tan fácil como despejar la X en la ecuación; y donde manifestar una posición sobre el ideal de sociedad que se basuca alcanzar es “ideológico” y “poco científico”. Pero vemos una posible digresión, que viene de donde menos se pensaría: la política.
Javier Milei ha hecho furor en el mundo, ya sea por quienes lo aclaman, o por quienes lo detestan, el actual presidente de Argentina puede estar marcado una nueva forma de hacer gobierno para los políticos que sean de derecha.
El 15 de julio de 2024, se creó en Argentina el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, cuyo objetivo, al mando de Federico Sturzenegger, es la implementación de políticas de desregulación, reforma y modernización del Estado; desembocando en funciones prácticas como reducir el gasto público y aumentar la eficiencia y eficacia de los organismos que conforman la Administración Pública Nacional.
Este ministerio ha contribuido en la inminente privatización de Aerolíneas Argentinas, la desregulación del sector aerocomercial, el uso de drones, la simplificación de trámites, y la flexibilización de entidades sujetas a privatización.
Parecía que el esfuerzo de Milei era aislado, no solo en la región, sino que en el mundo, hasta que hace unos días, el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció la creación de su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), al mando del empresario y aceleracionista efectivo (e/acc), Elon Musk, y el empresario y liberal Vivek Ramaswamy, además de ello, se han visto buenas relaciones y compromisos de participación por parte del conocido político liberal, Ron Paul, quien cercano al Instituto Mises, donde, a comienzo de año, Matt Ray publicó un artículo llamado Dos vivas para Vivek Ramaswamy por su comentario sobre la Fed.
La figura mas interesante, y la menos explorada, es la de Ramaswamy, quien fue precandidato presidencial por el Partido Republicano, Vivek no ha tenido miedo en posicionarse favorable al capitalismo (hoy una cosa casi herética en la política), y en citar a Milton Friedman y F. A. Hayek como su inspiración en términos sociales y económicos. Vivek no tiene estudios formales de economía, estudió Biología en Harvard, y se doctoró en Jurisprudencia por la Universidad de Yale, aun así se ha formado de manera autodidacta, y precisamente por ello llegó a sus pensamientos actuales sobre la ciencia económica, de haber estudiado formalmente economía, habría sido complicado que no desarrollara una visión intervencionista de la ciencia.
Musk ha tenido reuniones personales con Milei y Ramaswamy ya ha mostrado su inspiración por Milei, haciendo referencia a la conocida frase de Milei cuando hablaba de que ministerios dejaría: ¡fuera! Podemos decir, entonces, sin miedo a equivocarnos, que se ha comenzado a exportar el modelo Milei, y a una potencia mundial del tamaño de Estados Unidos. Es pertinente hacerse la pregunta ¿es una curiosa casualidad o el comienzo de una moda?
Llama la atención como un liberal crea un espacio del gobierno, precisamente para librarnos (parcialmente) de el, y luego un neoconservador anuncia que creará su propia versión del ministerio de desregulación, colocando a la cabeza de este a dos empresarios liberales con afinidad por el proyecto argentino. Será posible que ahora, la mayoría de los candidatos de derecha agreguen este departamento a sus planes de gobierno, y mas importante, buscarán colocar a figuras, conocidamnte liberales a su mando.
En 2025, Bolivia, Chile, Ecuador y otros países alrededor del mundo tendrán sus elecciones presidenciales ¿presentarán los candidatos de derecha algo parecido a lo hecho por Milei y Trump? Si el proyecto argentino tiene éxito, es probable que todos los políticos intenten copiarlo, la pregunta es ¿Cómo serán las versiones de estos entes desreguladores según cada país?
Pareciera que el mundo esta dando un vuelco, que ha partido desde el lado austral de América, y no sabemos donde puede terminar. Es también probable que aparezcan políticos que se pongan la piel de serpiente cascabel y sigan siendo los mismos lobos que han sido, son, y serán.