Regulación regional de armas: ¿Medida de seguridad o control internacional?
En medio de una creciente crisis de seguridad en Centroamérica, se lleva a cabo la segunda reunión para establecer una hoja de ruta que frene el tráfico de armas y municiones en la región, surgen dudas sobre cómo estas medidas podrían afectar las libertades individuales.
Redacción
Los días 24 y 25 de septiembre, se realiza la segunda reunión sobre la hoja de Ruta de Centroamérica en la prevención del tráfico y la proliferación ilícita de armas y municiones presidida por Francisco Jiménez, ministro de Gobernación.
Uno de los temas que genera mayor controversia es el equilibrio entre la despenalización de ciertos aspectos del uso de armas y el control necesario para frenar su tráfico. Mientras algunos sostienen que un mayor control gubernamental sobre las armas podría restringir la libertad de los ciudadanos, otros ven esta regulación como una medida urgente ante el aumento de la violencia armada.
Según Jiménez, los altos índices de violencia están directamente relacionados con el uso de armas, muchas de ellas inicialmente legales que terminan en manos del crimen organizado. A pesar de que las autoridades han reportado una reducción del 7% en homicidios.
Control supranacional
Un aspecto clave de esta discusión es que este tipo de medidas podría responder al control creciente de organismos internacionales sobre los Estados, una preocupación ya advertida por líderes como Javier Milei en la 79ª sesión de la ONU.
Milei señaló que las agendas globalistas, como la Agenda 2030, y la creciente injerencia de instituciones supranacionales, podrían estar limitando la soberanía de los países y condicionando sus políticas internas, en este caso, con implicaciones directas sobre la regulación de armas y la seguridad.
¿Una solución regional?
En esta reunión participan figuras clave como Iván Marques, Secretario de Seguridad Multidimensional de la OEA; Mirko Puig, Jefe de Misión Adjunto de la Unión Europea en Guatemala; y Katja Boettcher, oficial de la ONU para el desarme en América Latina. La cooperación regional es vista como esencial para enfrentar el tráfico de armas, pero también plantea interrogantes sobre la soberanía y las implicaciones para los ciudadanos.
La discusión sobre el control de armas siempre ha estado vinculada a la libertad individual. Los críticos de medidas más estrictas temen que la despenalización selectiva pueda dar lugar a un control estatal excesivo.
En contraste, los defensores de esta hoja de ruta sostienen que, sin regulación efectiva, la libertad de vivir sin violencia se verá cada vez más amenazada.