¿Quiénes son los observadores de la OEA?
Ayer, Bernardo Arévalo dio la bienvenida a la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), que darán seguimiento a la elección de magistrados en Guatemala, hecho inédito que podría considerarse injerencia. Al margen de esta situación, es imprescindible conocer quiénes son Rosa Celorio, Rodolfo Piza y Luiz Marrey, los tres observadores que participarán en un proceso de elecciones interno.
Roxana Orantes Córdova
En su cuenta de X, Arévalo escribió:
«@OEA_oficial, ha sido fundamental para que en Guatemala prevalezca la democracia. Doy la bienvenida a la Misión Especial de Observación, la cual acompañará la elección de autoridades del sistema de justicia, a raíz de la solicitud de acompañamiento que hice ante el Consejo Permanente de la OEA».
Lo anterior no es gratuito, ya que fue evidente el caso omiso de Luis Almagro a los múltiples indicios de fraude que le presentó el Ministerio Público (MP), así como la presión que ese ente internacional realizó para garantizar la toma de posesión.
Insólito que en una nación «independiente», acudan observadores extranjeros a monitorear la elección de magistrados. Esto podría significar la supeditación del sistema judicial a la misión extranjera, tal como ya sucede con el Organismo Ejecutivo. Ello sustenta la relevancia de conocer por lo menos algunos datos biográficos de quienes integran la misión tan aclamada por Arévalo.
Rosa Celorio: género, derechos humanos y cambio climático
Originaria de Puerto Rico, Celorio ha ejercido como Profesora Burnett Family de Derecho Internacional y Comparado en la GW Law School, donde también asumió funciones de Vice-Decana, donde «lidera el programa de derecho internacional y enseña cursos sobre derechos de las mujeres».
Antes de llegar a la academia, fue abogada principal de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde lideró y supervisó el trabajo legal de las Relatorías sobre derechos de las mujeres, pueblos indígenas, discriminación racial, niñez y personas mayores.
Además, fue funcionaria, consultora y asesora de agencias y mecanismos de la Organización de Naciones Unidas. Celorio es conferencista de temas como Cambio climático, género y las Américas, conversatorio organizado por la Comisión de Mujeres de la OEA; donde estuvieron presentes la Asesora Principal de Políticas de Género, Cambio Climático e Innovación de la Oficina de Asuntos Globales de la Mujer del Departamento de Estado de EEUU, Aubrey Paris; y la Asesora Principal de Salud de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Olga Cabello.
Entre otras publicaciones, Celorio es autora del libro “Las mujeres y los derechos humanos internacionales en los tiempos modernos: un libro de casos contemporáneo”.
Con impresionantes antecedentes académicos, es de esperarse que Celorio tenga por lo menos nociones sobre el sistema judicial guatemalteco y el intrincado camino que siguen las comisiones postuladoras, a fin de que su criterio no resulte empañado por la poca familiaridad con el sistema guatemalteco y los evidentes sesgos ideológicos que la definen.
Rodolfo Piza, un político social cristiano
Político y abogado costarricense, hijo de Rodolfo Piza Escalante, político, magistrado y presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Piza inició su carrera a los 20 años, como asesor parlamentario. En 1998 fue nombrado presidente ejecutivo de la Caja Costarricense del Seguro Social y posteriormente, vicepresidente del Instituto Costarricense contra el Cáncer.
Representó a Costar Rica en la Misión Especial ante la OEA y fue magistrado suplente de las Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia entre 2009 y 2013.
Con altos créditos académicos, intentó rescatar con su candidatura y en el cargo de Secretario General, al Partido Unidad Social Cristiana, seriamente dañado por varios cuestionamientos de corrupción que le valieron la cárcel a los ex presidentes Rafael Calderón (1990-1994) y Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002), ambos señalados de desviar fondos públicos.
Es un autor prolífico y con textos variados, que van desde seguridad social y derechos humanos, a ficción literaria.
La versión de Iván Velásquez en Honduras: Luis Marrey
Luiz Antonio Guimarães Marrey es un político del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), considerado por las instituciones electorales «el partido más sucio de Brasil», por los casos de corrupción en los que estuvo implicado.
Pese a la aparente incongruencia de ser miembro de una organización tan señalada, Marrey fue funcionario de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), versión «catracha» de la mal recordada CICIG, si bien en Honduras fue auspiciada por la OEA, no por la ONU.
Inicialmente vocero y luego titular de la misión, Marrey llegó a Honduras acompañado por un «curriculum impecable»: Procurador General de Justicia del Estado de São Paulo por tres mandatos y miembro del Consejo Superior del Ministerio Público; Secretario de Negocios Jurídicos del Ayuntamiento de São Paulo en 2005-2006; También presidió el Consejo Nacional de los Procuradores Generales de Justicia y fue miembro del Consejo Nacional de Política Criminal y Penitenciaria. Fue además Secretario de Justicia del Estado de São Paulo de 2007 hasta 2010.
Pese a su brillante hoja de vida, algunos medios de comunicación señalaron que Marry navegó acompañado con el padrinazgo de José Serra, también del PSDB, del que fue presidenciable dos veces y durante el gobierno de Michel Temer, canciller de Brasil hasta 2017.
Serra fue señalado por la empresa alemana Siemens de manipular licitaciones de equipo para servicios ferroviarios, junto con corporaciones internacionales. También hay una denuncia de que estos empresarios corrompieron a políticos, funcionarios y autoridades del PSDB, «Durante ese tiempo, Marrey fue Procurador General», señala una de las publicaciones al respecto.