Lo bueno y lo malo
Igumeni Inés Ayau
“Escoge el bien y vivirás”
Todos queremos vivir y vivir bien. El écito en gran parte de pende de nuestras elecciones. Podemos elegir personas: “dime con quién andas…” y así empieza la mejor parte de la vida o la peor…Hoy celebramos la mejor parte, cuando le hemos atnado con nuestras elecciones. ¡Celebremos!
También nos toca elegir cosas. Las cosas no tienen valor moral, no son buenas o malas por sí mismas, depende de cómo las usemos. Una medicina se puede convertir en buena o mala, según la usemos. Una compuntadora, un teléfono, un carro, un cuchillo. Todo en la tecnología y en la naturaleza depende de cómo lo usemos. El maravilloso sol también lo podemos usar mal y en exceso. Todo depende de nuestra elección. Y las consecuencias pueden ser a largo plazo. Por ello se requiere de discernimiento para elegir constantemente.
Nuestras elecciones deben calcularse a corto, mediano y largo plazo.. Pregungarnos siempre si a la larga, esto conviene o no. Y tener el valor de decir sí o no. Siempre es un riesgo.
Esto necesita práctica, entrenamiento, inteligencia, humildad, el valor de confrontar la verdad. La práctica la adquirimos en la familia primero, luego en la escuela. El entrenamiento, en la vida diaria. La inteligencia, Dios la da. La humildad se aprende con humillaciones. Lo malo de escoger, lo malo es que cuesta salir de eso, se vuelve vicio, trampa que atrapa. Desde jóvenes hay que escoger lo bueno para no verse envuelto en el torbellino de la maldad. Y solamente se lale de allí queriendo salir, tomando la decisión firme por el bien.
Y cuando nos toca escoger empleados, socios o compañía o presidente, no pensemos que podemos componer a quien ha escogido el mal. Más bien nos arrastrará a su maldad.
El desastre del mundo que nos ha tocado vivir es fruto de muy malas elecciones y malas compañías. Arreglarlo está costando mucho. Peor en medio de esta tragedia hay muchas buenas elecciones que celebrar y agradecer en este día del cariño. Sigamos eligiendo bien.