Puesta en escena: la asamblea de «Raíces» distrae de temas álgidos para el gobierno
El grupo Raíces, que celebró su asamblea general el fin de semana, como primer paso para convertirse en un comité pro formación de partido político, no oculta que su existencia obedece a la cancelación del Movimiento Semilla.
Para que Raíces se convierta en partido falta un largo trecho. Para empezar, aún no es un comité cívico formalmente constituido ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE), si bien la cobertura mediática que recibió el grupo de diputados y funcionarios que integran esa organización, da a entender que ya son una propuesta política formalmente constituida. De cierta manera hay razón, porque lo evidente es que a políticos y funcionarios, lo que no les falta es dinero y en este caso, para conformar un partido, el elemento principal es el dinero, dejando muy detrás al ideario e incluso a los posibles afiliados.
Según fotos que circulan en redes, el espectáculo en general fue lamentable, ya que hubo espacio para que personajes del colectivo LGBT se exhibieran besándose, como si aquello fuera un acto heroico de libertad. Tanto o más lamentable fueron las filas de mujeres indígenas que se inscribieron como miembros de la incipiente organización y llegaron transportadas en buses, junto con algunos hombres de edad, algunos con apariencia de trabajadores agrícolas y uno de ellos con una gorra que calza el logotipo de USAID.
Constituir bases con «acarreados» no es privilegio de Semilla o su mutación, pero posiciona a Raíces como un partido del montón, de esos que ejercen la politiquería paternalista y clientelar sin sonrojo. No de balde, entre los alegres promotores del proyecto están la multitránsfuga Andrea Villagrán y el ex miembro de LIDER Román Castellanos, quienes conocen los entresijos de la politiquería.
El show no tuvo ninguna diferencia con la de los partidos «tradicionales» que tanto cuestionaba Semilla en sus inicios. Sin embargo, cumplió un doble objetivo: en primera, es el arranque para conseguir los 28 mil afiliados que necesita «Raíces» para ser partido, y en segunda, puso un velo de rumor y curiosidad sobre dos hechos lamentables que salpicaron al gobierno al final de esta semana:
- El presunto exilio de Lucrecia Peinado. El presidente de Costa Rica aseguró que Peinado estaba exiliada y la emprendió contra el Ministerio Público. La embajada de ese país no respondió las llamadas y consultas que le hizo este medio sobre la posición oficial de Costa Rica ante la declaración ofcial de Guatemala, que desmintió al costarricense.
- El hallazgo de la Contraloría General de Cuentas, que detectó irregularidades en el manejo de Q2,800 millones en el informe de liquidación del Presupuesto 2024.
Por un lado, la esposa del mandatario se encuentra en un largo viaje donde según dice, combinará trabajo con descanso y diversión, sin que se esclarezca qué funciones de Primera Dama se cumplen en esos viajes y cuál será el beneficio para los contribuyentes que financian el viaje.
Por otro lado, cerca de tres mil millones manejados de forma irregular por el gobierno en 2024, no logran ni siquiera el asombro, mucho menos la indignación, de un público que sigue con atención los detalles de un evento protagonizado por diputados oficialistas.