Ninguna sorpresa
Repugnantes y despreciables como esperado.
El más servil Congreso de nuestra historia modificó leyes para abrir el camino a la dictadura socialista.
También aprobó el presupuesto más alto de nuestra historia, desfinanciado y errático, para complacer a una administración incapaz de ejecutarlo.
Lamentablemente ante la pasividad absoluta de un pueblo minimizado, sin sangre en las venas, esto pasa año tras año.
Hoy la diferencia es que la agenda de Sao Paulo marca el rumbo y que la codicia se multiplicó.
Hambrientos por saquear al Estado olvidan que como a Robespierre, el monstruo que crearon los va a devorar.
Con la izquierda no se negocia.
Gobierno tras gobierno miles de millones de quetzales se los ha tragado la corrupción, el país sigue en la desgracia y el pueblo callado y aguantando.
Pero no es dinero lo más importante que se pierde.
Cada vez que un voto en el Congreso se compra o se vende, muere el Estado de derecho. La independencia de poderes se vuelve mercancía en subasta.
Nada cambiará mientras los corruptos puedan comprar voluntades con nuestro dinero para servir sus mezquinos intereses y no los del pueblo soberano.
La izquierda usa la democracia para destruirla desde adentro y dar paso a dictaduras como las de Cuba, Venezuela y Nicaragua que ya antes siguieron ese camino.
Estamos cerca del fondo del abismo.
Los amantes de la libertad y la ley enfrentamos desunidos una maquinaria con agenda y dirección.
Solo una fuerza organizada puede enfrentar a otra igual.
Despierta Guatemala.
El tiempo de medias tintas se acabó.
Dr. Francisco Arredondo.
27 de noviembre 2024.