Planilla 10 se impone en el CANG: Victimización y ‘cambio’ la fórmula ganadora
Con un estrecho margen de 53 votos, la Planilla 10, encabezada por la exjueza y asesora del despacho superior de la PGN, Patricia Gámez Barrera, se alzó con la Junta Directiva del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG). Una vez más, la narrativa del cambio y la victimización llevaron a los guatemaltecos a elegir una planilla vinculada a estructuras cercanas a la agenda oficialista, que han sabido camuflar su influencia bajo la bandera de la renovación.
Redacción
La planilla Unidad X la Justicia obtuvo 8,813 votos, superando por poco a Unidos por el Derecho, liderada por Helmer Reyes García, que logró 8,760 votos. La diferencia fue mínima, reflejando la división dentro del gremio.
Curiosamente, mientras que la Planilla 10 ganó la Junta Directiva, la Planilla 4 logró imponerse en el Tribunal de Honor, con 8,871 votos frente a 8,674, y en el Comité Asesor de Inversiones, donde obtuvo 8,760 contra 8,718.
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La apuesta por el ‘cambio’
El discurso de Gámez giró en torno a la promesa de ‘unidad y dignificación’ del gremio: «Gracias a los valientes y dignos agremiados que hoy decidimos marcar la diferencia. A partir de hoy, tendremos una representación que trabajará por un gremio unido» declaró la abogada al conocer los resultados.
Sin embargo, detrás de estas palabras resuena una estrategia ya conocida: presentarse como la alternativa a un sistema ‘viciado’, mientras se mantiene la conexión con intereses políticos bien posicionados. El argumento de ‘lo nuevo’ ha sido un factor recurrente en elecciones gremiales y políticas recientes del país, permitiendo la llegada de actores alineados con la agenda progresista.
Más que una renovación auténtica, el mensaje apela al rechazo de las estructuras tradicionales, canalizando la indignación para favorecer a grupos que, lejos de ser ajenos al poder, han sabido posicionarse estratégicamente en espacios clave.
Nexos en el Ejecutivo
La estrecha relación de varios miembros de la Planilla 10 con el actual gobierno ha generado polémica y dudas sobre su imparcialidad, especialmente considerando el papel clave del CANG en la elección de autoridades judiciales.
La presidenta electa, Patricia Elizabeth Gámez Barrera, es asesora del despacho superior de la Procuraduría General de la Nación (PGN), institución dirigida por Julio Roberto Saavedra Pinetta, quien ha impulsado acciones para destituir a la fiscal general, Consuelo Porras. Esta coincidencia refuerza la percepción de que la nueva Junta Directiva del CANG está alineada con los intereses del oficialismo.
El vínculo con el Ejecutivo se extiende a otros miembros clave de la planilla. El vicepresidente, Francisco Javier Puac Choz, ocupa un cargo en el Segundo Registro de la Propiedad, mientras que el secretario, Alberto Luján Villagrán, mantiene vínculos con los ministerios de Economía (Mineco) y Agricultura (MAGA).
Además, el prosecretario, Eduardo Gabriel Masaya Juárez, es asesor de un diputado de Semilla y se encuentra en prisión preventiva por su presunta implicación en el caso “Corrupción Semilla”. Lejos de debilitar la candidatura de la Planilla 10, su detención fue utilizada como parte del discurso de victimización que terminó favoreciendo su victoria en las elecciones del CANG.
Un arresto convertido en herramienta política
Uno de los elementos clave en la narrativa de victimización que utilizó la Planilla 10 fue el arresto de Eduardo Masaya, abogado vinculado a sectores progresistas y afín a su estructura. La detención fue presentada como una persecución política, reforzando la idea de que el gremio debía cerrar filas contra los supuestos ataques a la independencia profesional. Este discurso movilizó a votantes que vieron en la elección una oportunidad de ‘resistencia’ frente a un sistema que, según ellos, busca frenar su avance.
Con ello, la Planilla 10 logró captar el apoyo de aquellos que, más que respaldar su propuesta, reaccionaron ante un sentimiento de agravio y exclusión. La estrategia resultó efectiva para consolidar votos clave y proyectar la imagen de que su triunfo era una respuesta a una injusticia mayor.
Participación récord: ¿despertar gremial o movilización dirigida?
Las elecciones del CANG registraron más de 19 mil votantes, aproximadamente el 50% del padrón. Para analistas esto representa un «hecho histórico», destacando el creciente interés del gremio en su representación.
No obstante, también cabe preguntarse si este incremento en la participación responde a un verdadero despertar gremial o a una movilización impulsada por estructuras que han sabido aprovechar el desencanto y la promesa de cambio para consolidar su influencia en el CANG.
Con un nuevo periodo 2025-2027 por delante, la gran pregunta es si esta directiva realmente representará un cambio para el gremio o si simplemente mantendrá la línea del oficialismo que vela por intereses partidistas disfrazados de renovación.