«No dimos el voto»: Nery Ramos se lava las manos, como Pilatos
«El Pleno es soberano», asegura el presidente del Congreso, Nery Ramos, mientras intenta lavarse las manos sobre el escandaloso incremento salarial de los diputados. A pesar de que ahora ganarán más de Q46,700 mensuales, Ramos insiste en que la Junta Directiva no presupuestó este aumento y que, en su mayoría, «no dieron el voto» para aprobarlo.
Redacción
De manera estratégica, inmediatamente después de presentar la moción para conocer el presupuesto, la Junta Directiva dio lectura a una enmienda sorpresa que incluía un aumento salarial para los congresistas.
“No lo teníamos considerado y en consecuencia en su mayoría no dimos el voto para su aprobación. Sin embargo, el Pleno es soberano y la decisión de 87 diputados aprobaron este acuerdo” justificó Ramos.
Sin mayores explicaciones, el Pleno aprobó el presupuesto y la enmienda con 87 votos a favor, asegurando que el aumento quedará sellado antes de la medianoche, como si nadie fuera a notar el golpe al erario público.
Q722 millones para salarios y un Congreso que se ‘auto-premia’
El presupuesto del Congreso para 2025 alcanzará Q1.464,6 millones , de los cuales Q722 millones se destinarán al rubro de servicios personales , es decir, sueldos, dietas, bonos y otros beneficios tanto para los diputados como para los empleados del Legislativo.
Esto representa un aumento de Q49 millones respecto al año anterior, permitiendo no solo el polémico incremento salarial para los congresistas, sino también un ajuste del 10% para más de 1,150 trabajadores que todavía no ganan lo mismo que los legisladores.
El pacto colectivo y las prioridades del Congreso
El pacto colectivo del Congreso establece que cada año los trabajadores deben recibir un aumento del 10%. Sin embargo, esta vez la inclusión de beneficios a los diputados, quienes con este movimiento se alinearon con los salarios de magistrados de apelaciones. Por su parte, Ramos asegura que la Junta Directiva «no lo tenía presupuestado» y que, tras el análisis jurídico y presupuestario, se determinarán los «alcances de esta situación».
Pese a estas declaraciones de Ramos, las cifras hablan por sí solas: el Congreso parece más preocupado en garantizar sus beneficios que en atender las prioridades del país. Además, el presupuesto contempla Q247 millones en asignaciones globales, los cuales, según Ramos, se utilizarían para explorar la posibilidad de construir un edificio propio que centralice todas las oficinas del Legislativo.
¿A qué se destinarán los millones del Congreso?
Además del aumento salarial y las asignaciones globales, el presupuesto incluye compromisos legales, entre los que destacan Q245 millones asignados a la Procuraduría de los Derechos Humanos, Q13 millones para el Parlamento Centroamericano y Q2.4 millones para la Corte Centroamericana de Justicia.
Con estas cifras sobre la mesa, queda claro que las prioridades del Congreso no solo pasan por cumplir con compromisos legales, sino también por garantizar un presupuesto que premie a sus integrantes mientras el resto del país enfrenta desafíos económicos. Ramos, en tanto, seguirá justificando con análisis jurídicos y tecnicismos un aumento que, aunque sorpresivo, parece haber cocinado cuidadosamente en el Pleno.