Nery Ramos y las 83 mil razones para olvidar la austeridad
Febrero pasará a la historia del Legislativo como el mes en que los diputados comenzaron a recibir un sueldo base de Q46,700, sin contar comisiones y dietas que elevan sus ingresos a Q63,000 mensuales y más de Q70,000 para los miembros de la Junta Directiva.
Redacción
Q83,000 al mes, es el nuevo salario del presidente del Congreso, Nery Ramos. Para ponerlo en perspectiva, lo que Ramos gana en un mes equivale a más de 26 salarios mínimos, el ingreso que una familia guatemalteca promedio debe estirar para sobrevivir todo el año.
En términos anuales, su nuevo salario representa más de Q996,000, lo que alcanzaría para comprar al una vivienda o cubrir la educación de más de 200 niños en colegios privados de bajo costo.
En un país donde el 59% de la población vive en pobreza, este tipo de privilegios no solo son una ofensa, sino una muestra clara del divorcio entre la clase política y la realidad nacional.
Diputados entre los mejores pagados del país
Este aumento, aprobado bajo el acuerdo 31-2024 y publicado en diciembre pasado evidencia la falta de voluntad política para frenar un gasto que fácilmente pudo evitarse y que representa una carga injustificada para el presupuesto nacional.
Desde que asumió la presidencia del Congreso, Ramos ha defendido discursos sobre austeridad y transparencia. Sin embargo, su accionar lo contradice. Bajo su liderazgo, el Congreso aprobó readecuaciones salariales que beneficiaron directamente a los 160 diputados, quienes pasaron de recibir Q9,600 a Q46,700 como sueldo base, con montos adicionales por dietas y representación. En el caso de Ramos, la suma final asciende a más de Q83,300 al incluir pagos extraordinarios.
Este aumento representa un gasto anual superior a los Q120 millones solo en sueldos de diputados, una cifra que podría destinarse a mejorar sectores clave como salud y educación.
Este ajuste no era inevitable. Si Ramos hubiese tenido la voluntad de frenar el incremento, habría podido gestionar una reforma interna para bloquear la asignación de estos fondos, especialmente en un contexto donde el país atraviesa crisis económicas y demandas ciudadanas de mayor responsabilidad fiscal. En cambio, optó por aceptar un beneficio directo, situándose entre los funcionarios mejor pagados del país.
Junta Directiva y diputados: una élite privilegiada
El aumento no solo favorece a Ramos, sino también a los demás miembros de la Junta Directiva:
Primer Vicepresidente, Jorge Romeo Castro: Q76,300
Segundo Vicepresidente, Jorge Estuardo Ayala: Q76,300
Tercer Vicepresidente, Kevyn Luis Escobar: Q76,300
Secretarios de Junta Directiva: entre Q71,300 y Q71,300
Diputados regulares: Q61,300, con montos adicionales por comisiones y representación
Además de estos salarios, se suman pagos extraordinarios por comisiones de trabajo, dietas y reuniones de bloques legislativos, lo que eleva aún más la cifra final.
Mientras en el Congreso los sueldos se disparan, miles de ciudadanos sobreviven con salarios mínimos que apenas cubren la canasta básica. Este aumento implica una erosión del presupuesto nacional en un momento en que el país enfrenta una crisis que podrían traducirse en nuevos impuestos o recortes en sectores esenciales.