Murió Hulk Hogan: el adiós al ídolo que convirtió la lucha libre en un espectáculo global
El mundo del entretenimiento deportivo perdió este 24 de julio a una de sus figuras más emblemáticas. Hulk Hogan, el luchador que redefinió la cultura pop en los años 80 y 90, murió a los 71 años en su casa de Clearwater, Florida, tras sufrir un paro cardíaco.
Redacción
La noticia fue confirmada por el portal TMZ y conmocionó a fanáticos, colegas y generaciones enteras que crecieron bajo su grito de guerra: “Whatcha gonna do, brother?”
Detrás del personaje de músculos, bandana y camiseta rota, Terry Gene Bollea construyó un imperio mediático que superó los límites del ring. Su impacto no se midió solo en títulos —aunque acumuló doce campeonatos mundiales—, sino en su capacidad de llevar la lucha libre de los gimnasios a las grandes pantallas, videojuegos, series y hasta la industria del merchandising.

Un símbolo más allá del cuadrilátero
Hogan no fue solo un luchador: fue el rostro de la era dorada de la lucha libre, liderando eventos como WrestleMania y protagonizando rivalidades que definieron una época. Su duelo con André the Giant en WrestleMania III es aún recordado como uno de los momentos más icónicos del deporte espectáculo.
En los años 90, supo reinventarse al convertirse en villano con el personaje de “Hollywood Hogan” y liderar la New World Order (nWo), atrayendo a nuevas audiencias a la entonces decadente WCW.
También dejó su huella en la televisión y el cine: participó en series como Baywatch y American Dad!, y en películas como Rocky III o Suburban Commando. Tuvo su propio reality show, Hogan Knows Best, y fue figura destacada en videojuegos emblemáticos de la WWE.
Caídas, polémicas y redención
Su vida, sin embargo, no estuvo libre de controversias. En 2015 fue expulsado del Salón de la Fama de la WWE tras la filtración de comentarios racistas, aunque fue reincorporado en 2018. También enfrentó múltiples problemas de salud, cirugías complejas en la columna, y una demanda por negligencia médica.
En sus últimos años, Hogan se mantenía activo como empresario y figura pública. Fue fundador de la promotora Real American Freestyle, cuyo primer evento estaba previsto para agosto, y recientemente apareció en un evento de UFC, acompañando al luchador Colby Covington al ritmo de su clásica canción Real American.
El legado de un fenómeno
Hulk Hogan no fue solo un luchador exitoso; fue un fenómeno cultural, un ícono para varias generaciones que vieron en él al héroe invencible del cuadrilátero. Su influencia ayudó a transformar a la WWE en una potencia mundial del entretenimiento, y su imagen —la camiseta amarilla, el bigote rubio, los músculos descomunales— es parte del imaginario colectivo de millones de fanáticos.
Con su muerte, se cierra un capítulo irrepetible de la historia del espectáculo deportivo. Pero su legado, sus frases, y su figura seguirán vivos donde haya un ring, un videojuego, o un niño que alguna vez soñó con ser Hulk Hogan.