Misa al Señor de Esquipulas en el Vaticano
El 19 de enero de 2025, el Vaticano vivió un momento histórico al celebrar la primera misa en honor al Señor de Esquipulas, conocida también como el Cristo Negro de Esquipulas, una de las imágenes religiosas más veneradas de Guatemala y de toda Centroamérica.
Redacción
La ceremonia, organizada por la Capellanía Latinoamericana de Roma, la Comunidad Guatemalteca en Roma, y la Asociación IK Guatemala, con el respaldo de la Embajada de Guatemala ante la Santa Sede, marcó un importante paso para la difusión de la devoción a esta figura religiosa fuera de las fronteras guatemaltecas.
La misa, presidida por el cardenal Fabio Baggio, tuvo lugar en la emblemática Basílica de San Pedro, a las 7:00 am, hora de Guatemala, y fue una muestra de la profunda fe que une a los guatemaltecos, tanto en su país como en el extranjero.
La jornada comenzó con la llegada de una réplica del Cristo Negro de Esquipulas a la Plaza de San Pedro, un momento cargado de simbolismo que fusionó la tradición religiosa con la cultura guatemalteca. La imagen, colocada en una anda decorada con flores y acompañada de la bandera de Guatemala, fue portada por devotos que no solo mostraban su devoción religiosa, sino también su identidad cultural.
Entre ellos destacaron mujeres vistiendo trajes típicos mayas, mientras que otros portaban los característicos sombreros de Esquipulas, un símbolo de la localidad que da nombre a la imagen venerada. La procesión fue una fiesta de fe y tradición, que no se vio interrumpida por las lluvias, manteniendo su solemnidad y colorido a lo largo de todo su recorrido.
La misa en el Vaticano fue un evento de gran relevancia para los guatemaltecos, ya que es la primera vez que la Santa Sede dedica una celebración eucarística a esta imagen tan significativa. El Cristo Negro de Esquipulas tiene más de 400 años de historia y es una de las representaciones religiosas más importantes en la región, no solo en Guatemala, sino en varios países de Centroamérica.
Su santuario en Esquipulas, Chiquimula, es uno de los destinos de peregrinaje más importantes de la región, recibiendo cada año a millas de personas que buscan su milagrosa intervención en sus vidas. La devoción por el Cristo Negro trasciende fronteras, y este evento en el Vaticano simboliza el impacto espiritual de la imagen más allá de los límites geográficos de Guatemala.
Una ceremonia memorable
A lo largo de la ceremonia, se escucharon himnos como Milagroso Señor de Esquipulas y El Grito, que son parte del repertorio tradicional de los devotos guatemaltecos. La bandera de Guatemala ondeaba con orgullo, recordando la unión de los guatemaltecos en el extranjero y su inquebrantable fe.
En un momento de gran emoción, la réplica del Cristo Negro fue llevada a la Puerta Santa, mientras los fieles continuaban su canto y oración. Aunque la lluvia empañó momentáneamente las actividades, el fervor de los participantes no disminuyó, demostrando que la fe y la tradición son más fuertes que cualquier obstáculo. Este acto simbólico no solo fortaleció los lazos de los guatemaltecos con su cultura y tradición, sino que también subrayó la importancia del Señor de Esquipulas como un ícono de fe, unidad y esperanza para la región.
La misa en el Vaticano ha quedado marcada como un hito en la historia religiosa de Guatemala, poniendo de relieve la devoción a esta venerada imagen y el profundo legado que ha trascendido fronteras. Así, el Cristo Negro de Esquipulas continúa siendo un símbolo de identidad y espiritualidad, no solo para los guatemaltecos, sino para todos aquellos que encuentran consuelo en la figura religiosa más importantes de Centroamérica.