Masacre en velorio: Jiménez culpa a agentes y evade su responsabilidad
Ministro de Gobernación, Francisco Jiménez promete “contundencia” tras 10 muertos, pero las órdenes fallaron y el Estado volvió a llegar tarde.
Redacción
El ataque armado durante el velorio de un pandillero en el que murieron diez personas evidencia una vez más la fragilidad de la estrategia de seguridad del Ministerio de Gobernación. Mientras el ministro Francisco Jiménez lanza promesas de “respuesta fuerte y rápida”, evita responder por lo esencial: ¿por qué, si se sabía del riesgo, el operativo fracasó?

El ministro reconoció que el evento era considerado de alto riesgo, por tratarse del funeral de un integrante del Barrio 18 con múltiples antecedentes. Según el propio Jiménez, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) fueron asignados al lugar… pero abandonaron su puesto minutos antes del ataque, lo que permitió a rivales de la Mara Salvatrucha ingresar y disparar contra familiares y asistentes.
El resultado: diez muertos y un Estado que, una vez más, falló en prevenir lo que ya se sabía que iba a ocurrir.
Jiménez fue tajante al anunciar que los agentes serán destituidos, investigados y denunciados por abandono de deberes. Pero su respuesta solo busca un chivo expiatorio. Los errores operativos no se resuelven culpando a la tropa, sino asumiendo responsabilidades desde el mando.
¿Dónde estuvo la supervisión? ¿Quién dio seguimiento al despliegue? ¿Quién permitió que se redujera la presencia policial en un punto crítico?
En lugar de explicar por qué se falló en garantizar un perímetro que se sabía conflictivo, el ministro optó por deslindarse y centrarse en culpar a quienes están en la línea más baja de la cadena. Mientras tanto, la violencia continúa y la autoridad solo reacciona cuando ya hay cadáveres.
Jiménez cerró diciendo que “las pandillas se están destruyendo entre ellas” y que este hecho “no fue contra la sociedad trabajadora”. Pero esa retórica ignora la realidad: la inseguridad no distingue entre criminales y civiles cuando el Estado permite que reine la impunidad.