Más de 9 millones de guatemaltecos viven en condición de pobreza
Más de 9 millones de guatemaltecos, el 57.2% de la población, viven en condición de pobreza, según los nuevos mapas de pobreza general presentados por la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN).
Redacción
Las regiones más afectadas son Alta Verapaz, donde la pobreza general supera el 90%, y Baja Verapaz, que también muestra indicadores alarmantes. A pesar de esta situación crítica, la falta de programas clave para combatir la pobreza y la desnutrición ha agravado el panorama, mientras que los funcionarios y diputados continúan recibiendo salarios, prestaciones y privilegios que representan más de 10 salarios mínimos.
Los mapas actualizados de pobreza general presentados por Segeplan muestran que las zonas norte y noroccidental del país son las más afectadas. En Alta Verapaz, más del 90% de la población vive en pobreza general. Huehuetenango, Quiché, Totonicapán y San Marcos también reportan índices alarmantes, al igual que los departamentos surorientales como Santa Rosa, Jalapa, Jutiapa y Chiquimula.
En contraste, el departamento de Guatemala presenta menores tasas globales de pobreza, pero con desigualdades significativas. Municipios como San Juan Sacatepéquez, San Pedro Ayampuc y Chuarrancho presentan niveles de pobreza similares a las regiones más afectadas del país.
Para consultar los mapas completos y los datos desagregados, se pueden descargar en el sitio web oficial de SEGEPLAN: https://portal.segeplan.gob.gt/segeplan/
La pobreza y la desnutrición: un ciclo implacable
La pobreza extrema también persiste, afectando al 23.4% de la población, lo que representa más de 3.7 millones de guatemaltecos. Esto agrava la crisis de desnutrición crónica, que afecta al 46.5% de los niños menores de cinco años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Regiones como Alta Verapaz y Quiché lideran en índices de desnutrición, donde más del 70% de los niños sufre esta condición.
El contraste entre los ingresos y los costos de vida es otro elemento que refleja la desigualdad. El salario mínimo mensual vigente en Guatemala es de Q3,209, mientras que la canasta básica alimentaria urbana (CBAU) tiene un costo per cápita mensual de Q892.69.
Añadiendo otros gastos esenciales, la canasta ampliada urbana (CAU) asciende a Q2,161.20 mensuales por persona. Esto significa que una familia de cinco integrantes necesita al menos Q10,806 para cubrir sus necesidades básicas, muy por encima de los ingresos promedio.
Disparidad entre ingresos
En contraste, los salarios de los funcionarios públicos superan los Q50,000 mensuales, una cifra que representa más de 23 veces el costo per cápita de la Canasta Básica Alimentaria Rural (CBAR).
Cabe destacar que el binomio presidencial percibe más de Q100 mil mensuales, al igual que algunos de sus ministros, como Jonathan Menkos, quien recibe entre Q75 mil y Q100 mil mensuales.
Además, a partir de 2025, los diputados recibirán casi Q51 mil mensuales, sin contar las prestaciones y una considerable indemnización.
Mientras tanto, miles de familias guatemaltecas luchan por cubrir sus necesidades básicas, reflejando una brecha abismal entre la realidad de la población y los privilegios de las élites políticas.
Esta realidad plantea una pregunta urgente: ¿cómo se justifican los altos salarios y los gastos gubernamentales cuando millones de guatemaltecos enfrentan una lucha diaria por sobrevivir?