Marco Livio Díaz, nuevo embajador de Guatemala en Honduras
Marco Livio Díaz Reyes, exsuperintendente de la SAT y figura central en el caso B410, fue nombrado embajador de Guatemala en Honduras pese a estar bajo investigación del Ministerio Público por posibles actos de corrupción y vínculos con la firma de auditoría de su familia, allanada en diciembre de 2024.
Redacción
El gobierno no solo ignoró que está bajo investigación penal, sino que lo premió con un cargo diplomático. Marco Livio Díaz Reyes, exjefe de la SAT y señalado en el caso B410 por supuestos vínculos con defraudación tributaria, fue nombrado embajador de Guatemala en Honduras. Así, quien hasta hace poco decía temer ser capturado “en cualquier momento”, ahora goza de inmunidad y pasaporte diplomático.
El nombramiento de Díaz se oficializó el 1 de julio, pese a que en diciembre de 2024 él mismo confirmó que el Ministerio Público lo investiga. La causa se originó tras su denuncia pública sobre una red de defraudación tributaria, que ahora —en una vuelta irónica— lo incluye como posible implicado por supuestos sobornos y tráfico de influencias.
El caso no solo involucra a Díaz, sino también a la firma Moore Díaz Reyes y Asociados, propiedad de sus hermanos, que fue allanada por el MP un día después de que el entonces superintendente hiciera públicas sus sospechas sobre una persecución en su contra. Aunque insiste en que rompió lazos legales con la empresa, el vínculo familiar pesa y complica su situación.
Pese a no tener experiencia diplomática, fue designado embajador gracias al artículo 24 de la Ley del Servicio Diplomático, que permite al Presidente nombrar embajadores “por conveniencia”. ¿Conveniencia de quién?
Mientras el MP guarda silencio sobre el avance del caso B410, Díaz ya representa a Guatemala en Tegucigalpa. La jugada ha sido vista por analistas como una salida estratégica: alejar al exfuncionario de la jurisdicción nacional y apagar los reflectores antes de que estalle algo más grande.