«Luego de diez años al fin se hace justicia», afirma Rolando Alvarado
El caso que algún día estará en la historia de las infamias judiciales de Guatemala llegó a su fin cuando la Cámara Penal finalmente se decidió a obedecer la orden que la Corte de Constitucionalidad (CC) le había dado en octubre de 2024 y reconoció «procedente» el recurso de casación planteado por Irina y Anastasia Bitkova. No puede dejar de mencionarse que, durante una década, las instancias judiciales de Guatemala pasaron por alto la Convención de Palermo, un convenio internacional que el Estado debió cumplir pero evitó hacerlo.
Roxana Orantes Córdova
«Después de diez años de litigio, se llega al fin de este proceso y se aplica justicia», afirma Rolando Alvarado, uno de los abogados que defendió a la familia rusa perseguida de forma implacable por la dictadura de Putin, cuyos tentáculos se extendieron hasta Guatemala, donde la CICIG actuó como operador y apoyo de dicha dictadura, a través de su abogado Alfonso Carrillo (mandatario de uno de los bancos que perseguía a los Bitkov), las jueces Jazmín Barrios y Erika Aifán, y muchos otros operadores de justicia, especialmente la FECI dirigida por Juan Francisco Sandoval quienes no tuvieron piedad de esta familia y los persiguieron judicialmente bajo el argumento de adquirir documentos de forma irregular.
Las autoridades judiciales guatemaltecas, dirigidas entonces por la CICIG, nunca consideraron el eximiento de resposabilidad penal establecido en la Convención de Palermo, explica Alvarado, quien añade que «Irina y Anastasia fueron absueltas en definitiva de los delitos imputados».
Una década parece demasiado tiempo para que las cortes y autoridades de un país signatario de la Convención de Palermo reconocieran finalmente que los migrantes tienen eximientes en casos como el de la familia Bitkov, quienes jamás debieron ser llevados a juicio ya que, según dicha Convención, eran víctimas de trata, jamás delincuentes.
El retraso de la Cámara Penal, que tardó varias semanas en obedecer a la CC, también podría ser cuestionado. Sin embargo, la buena noticia es que finalmente, madre e hija quedaron absueltas en definitiva y que el hecho se produce cuando en el país se menciona la posible visita del senador Marco Rubio, hoy al frente del Departamento de Estado y quien, luego de que los abogados Rolando Alvarado y Victoria Sandoval expusieran las injusticias del caso Bitkov en la Comisión Helsinki, ordenó que EE.UU. suspendiera los fondos a la extinta CICIG. Este corte de la ayuda estadounidense precipitó el fin de la mal recordada comisión.