Los grandes viajeros del planeta: los 10 animales que recorren las mayores distancias
Desde los cielos polares hasta las profundidades del océano, el planeta está en constante movimiento. Cada año, millones de animales recorren cientos de kilómetros impulsados por el instinto, el clima o la necesidad de reproducirse, algunas especies recorren distancias que desafían toda lógica. Descubre las diez migraciones más impresionantes del reino animal.
Redacción
Entre aves, mamíferos, reptiles, peces e insectos, algunas especies desafían toda lógica con trayectos que parecen imposibles, demostrando una resistencia y orientación que la ciencia apenas comienza a comprender.
Pero no solo la distancia sorprende: el avance de la ciencia revela secretos fascinantes sobre cómo estos animales logran orientarse y mantener su rumbo. En Australia, por ejemplo, se descubrió que la polilla Bogong (Agrotis infusa) utiliza un sofisticado sistema de navegación basado en las estrellas y el campo magnético terrestre.
Estas son los diez animales que realizan las migraciones más largas.
Gaviotín ártico (Sterna paradisaea)
Considerado el campeón absoluto de la migración animal, el gaviotín ártico viaja hasta 70,000 kilómetros al año en un recorrido que va del Ártico al Antártico y de regreso.

El gaviotín busca vivir en el verano perpetuo y, a lo largo de su vida, puede volar más de 2.4 millones de kilómetros, equivalente a tres viajes de ida y vuelta a la Luna.
Petrel gigante (Macronectes giganteus)
Esta ave marina puede recorrer hasta 64,000 kilómetros anuales mientras circunnavega el hemisferio sur. Se desplaza entre la Antártida y las costas de Sudamérica, África y Oceanía, aprovechando los vientos australes para volar durante días sin descanso. Su resistencia le permite sobrevivir en algunos de los ambientes más hostiles del planeta.

Ballena jorobada (Megaptera novaeangliae)
La ballena jorobada protagoniza la migración más extensa entre los mamíferos, recorriendo hasta 25,000 kilómetros desde las frías aguas del Ártico o la Antártida hasta los trópicos, donde se aparea y da a luz.

Durante el viaje, los machos entonan sus características “canciones” submarinas, un lenguaje que los científicos aún intentan descifrar.
Salmón del Pacífico (Oncorhynchus spp.)
Capaz de recorrer hasta 11,000 kilómetros, el salmón nace en ríos de agua dulce, migra al océano y, años después, regresa exactamente al mismo río donde nació.

Este asombroso ciclo, guiado por el olfato y la memoria química del agua, representa una de las migraciones más precisas de la naturaleza.
Tiburón blanco (Carcharodon carcharias)
Los tiburones blancos cruzan vastas extensiones oceánicas, nadando entre 4,000 y 11,000 kilómetros en sus desplazamientos entre Sudáfrica y Australia, o entre California y Hawái.

Siguen rutas que combinan zonas de caza y reproducción, orientándose gracias al magnetismo terrestre. Su poderío los ha convertido en los grandes nómadas del mar.
Tortuga laúd (Dermochelys coriacea)
La tortuga laúd, el reptil más grande del planeta, realiza viajes de más de 4,800 kilómetros entre regiones tropicales y subpolares. Utiliza el campo magnético terrestre como brújula y regresa, años después, a la misma playa donde nació.

Su migración es fundamental para el equilibrio de los ecosistemas marinos, aunque hoy enfrenta graves amenazas por la contaminación y la pesca incidental.
Mariposa monarca (Danaus plexippus)
Pequeña pero extraordinaria, la mariposa monarca vuela hasta 4,000 kilómetros desde Canadá y Estados Unidos hasta los bosques de Michoacán, México.

Su migración es multigeneracional: las mariposas que llegan nunca hicieron el viaje antes, pero heredan el camino a través de su memoria genética. Es el único insecto que realiza una travesía tan larga y precisa.
Caribú (Rangifer tarandus)
Las manadas de caribúes en América del Norte recorren hasta 5,000 kilómetros cada año, desde la tundra ártica hasta los bosques boreales.

Es la migración terrestre más larga registrada entre mamíferos. Su desplazamiento, sincronizado con las estaciones, es vital para los ecosistemas del norte y para las comunidades indígenas que dependen de ellos.
Ñu azul (Connochaetes taurinus)
En África oriental, más de un millón y medio de ñus migran entre el Serengeti (Tanzania) y el Masai Mara (Kenia) en busca de pastos y agua. Su viaje circular de hasta 3,000 kilómetros es uno de los espectáculos más impresionantes de la vida salvaje y un símbolo del ciclo eterno de la naturaleza.

Albatros viajero (Diomedea exulans)
Con una envergadura de hasta 3.5 metros, el albatros viajero puede volar más de 16,000 kilómetros en un solo viaje alrededor del océano Austral. Planea durante días sin batir las alas y llega a dar varias vueltas al planeta a lo largo de su vida. Su elegancia y resistencia lo convierten en un ícono de la libertad en el aire.

Las migraciones son parte esencial del equilibrio ecológico del planeta. A través de ellas, las especies transportan nutrientes, polinizan flores, dispersan semillas y mantienen activas las cadenas alimenticias. Sin lugar a dudas, conocer más sobre estos viajes nos recuerda lo extraordinario de la naturaleza y lo mucho que aún queda por descubrir.



